jueves, 11 de febrero de 2010

Pesadilla en Argentina

¿Cuánto puede influir una expulsión? Aurich jugaba de igual a igual a Estudiantes y aunque los pincharratas se habían puesto 2-1 con gol de Ré ante la falla defensa aurichista, el partido estaba parejo y el Ciclón le había perdido el respeto a los locales, cuando llegó la tarjeta roja a Roberto Guizasola.
Debió ser amarilla aunque el faul de Guizasola fue fuerte. El árbitro fue implacable y expulsó al aurichista. Entonces cambió la historia.
El 5-1 tiene mucho que ver la expulsión de Guizasola. Debilitó al equipo y se perdió la marca. Además su salida fue psicológica porque en el complemento, con un hombre menos y el marcador en contra, Aurich perdió el aplomo y se vino la hecatombe.
Estudiantes ganó bien. Fue más que Aurich desde el comienzo que se adelantó con gol de penal de Boselli, pero el Ciclón tuvo un gran primer tiempo, sobretodo luego del golazo de Luis Tejada que le hizo pasar la pelota por entre las piernas del arquero. Con el 1-1 el Aurich estaba para cualquier cosa, incluso dominaba, llegaba y puso por momento entre las cuerdas a los pinchas.
Pero una falla defensiva que permitió un gol tonto de Ré y la expulsión de Guizasola, derrumbaron las esperanzas huerequeques.
Perdido Manco y mal Araujo en las marcas, Aurich no pudo resistir los embates locales y Boselli con dos goles más y Leandro González terminaron de sepultar las esperanzas chiclayanas.
El 5-1 fue mucho castigo, también. Por lo que hizo en el primer tiempo el Ciclón y porque no se mereció tanto castigo.
Pero el fútbol es así y además da revanchas. Contra Bolívar, en la próxima fecha, en Chiclayo, será la hora de la reivindicación.
Por lo pronto tengamos calma y resignación que una mala noche así, no volverá a repetirse. De eso estamos seguros.

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