La misa fue encomendada por el éxito del equipo en los próximos partidos que le toca enfrentar en la liguilla, por el trabajo y la salud de todos los que conforman la institución y por los ex jugadores a quienes se les hizo una mención especial.
Durante la homilía, el sacerdote instó a la unión del equipo, al trabajo en grupo por lograr un solo objetivo.
Las ofrendas fueron entregadas al sacerdote de manos del vicepresidente del club Juan Merino, el gerente César Vento y el DT Juan Reynoso.
Culminado el acto litúrgico, los asistentes hicieron un brindis recordando a los jugadores que hoy gozan en el seno del Señor, augurando éxitos al nuevo comando técnico y a los jugadores quienes están a puertas de iniciar la liguilla.



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