sábado, 20 de octubre de 2012

Así hubiera sido todo el año

Juan Aurich se jugó un partidazo. Le puso coraje y no se achicó pese a ir perdiendo 2-1. Al contrario, tras el gol trujillano, se agrandó y con garra logró voltear el partido y encender las llamitas de la esperanza de retener la corona ganada en 2011.
Franco Navarro volvió a presentar un equipo sin delanteros, sin embargo ahora sí apareció en toda su dimensión Osnar Noronha que le regaló dos golazos a toda la hinchada roja, firmando un triunfo a todas luces histórico.
Así hubiera jugado Aurich todo el año. Seríamos un galope en el campeonato, pero se regalaron puntos increíbles y ahora el sueño de una nueva vuelta olímpica es demasiado lejano.
Sin embargo, triunfos como el conseguido en Trujillo son vitaminas para todos, hinchas, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Porque el equipo demostró que es capaz y no olvidemos que en el fútbol, los milagros existen.
Diego Penny estuvo bien en la puerta, salvó varias pelotas peligrosas y fue baluarte en el equipo. Igual Guizasola que siempre se sumó al ataque, llevó constante peligro al arco contrario y frenó los intentos rivales.
Fleitas falló en varias oportunidades, incluso casi provoca un gol de Jiménez iniciando el segundo tiempo. Guadalupe, en cambio, estuvo certero, preciso, imponiendo autoridad en el área roja.
Quina cumplió aunque no lució.
Rojas y Valencia destacaron muy bien en la marca, conteniendo los embates contrarios mientras Inolopú ofreció entusiasmo. Israel Kahn también aportó lo suyo.
Chiroque volvió a ofrecer demasiado personalismo, aunque estuvo preciso para el primer tanto de Noronha y éste último, qué duda cabe, fue la figura del Ciclón: dos golazos y una actuación para el recuerdo.
Guevara le puso la pausa necesaria al partido en tanto que Molina y Trujillo ayudaron en la marca.
En suma un triunfo muy importante, vital y que revive las llamas de fe a todos los aurichistas.

Pepepe

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