Carta a Bakero

Señor José Mari Bakero:
Soy un humilde hincha que escribe esta carta, no para encontrar eco entre los lectores, sino para expresar mi desazón por la coyuntura del equipo.
Hace poco perdimos uno de más de los tantos partidos que hemos jugado y otra vez primó la falta de ideas y la pobre contundencia mostrada por los jugadores. No sé si Aurich es un barco a la deriva, o simplemente un "equipo incomprendido" por nuestro medio local.
Los dirigentes planearon un cambio vertical de nuestro sistema de fútbol y por eso le confiaron un proyecto muy ambicioso que no solo ilusionó al equipo sino a todos aquellos que alentamos al Aurich en cada partido. A nosotros que por hinchas nos han tildado de ilusos y que por ilusos nos han llamado fanáticos. No conozco el porvenir del equipo para las próximas fechas pero la situación actual amerita que los triunfos más vendrán por suerte que por táctica. Más habrán triunfos por agonías que por goces unánimes de la hinchada.
Desconozco si la responsabilidad es suya o de los jugadores, no me consta lo que pasa dentro del vestuario ni lo que trabajan en la semana, pero los hechos expresan mediocridad en los 90 minutos de juego.
Señor, José Mari Bakero, yo no soy nadie para despedirlo ni imponerle resultados, puesto que yo no soy empleador suyo, pero como hincha del Aurich le pido que abandone la institución "por la puerta falsa" ya que este gesto, a pesar de la pobre campaña realizada este año, le valdrá el reconocimiento encarecido de los hinchas y de la ciudad de Chiclayo.

Luis Sandobal