Bernardo Checa escribió una página insólita en el fútbol mundial. Como Franz Bekenbauer en Bayern Munich, fue jugador y presidente de Juan Aurich.
Desempeñándose como volante a finales de los ochenta, Checa siempre derrochó pundonor y coraje en la cancha. Mismas cualidades que volcó en la presidencia del Ciclón, resurgiéndolo de sus cenizas, ganando más de 100 partidos desde la Liga de Chiclayo, hasta conquistar la finalísima Copa Perú, en 1997, venciendo 1-0, en duelo extra al UPAO de Trujillo, con un recordado tanto de Johnny Mujica.
Y allí lo tenemos a Checa, con sus inconfundibles bigotes y el buzo aurichista, tras un ardoroso duelo junto a Cosmópolos, el arquero Brousset y José Lancho entre otros.
Bernardo Checa acaba de presentar un maravilloso libro con todas sus anécdotas dentro y fuera de las canchas.
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