miércoles, 11 de septiembre de 2024

Challe en Aurich


Roberto Challe acaba de fallecer, un ícono del fútbol peruano que, además, está ligado a nuestro querido Ciclón. Y aunque usted no lo crea, Challe jugó por Juan Aurich, siendo un calichín. Lo hizo en un torneo interbarrios del diario La Prensa, en 1965, tal como lo señala la leyenda de este recorte de ese medio ya desaparecido. Era entonces cuando Aurich tenía un semillero en Lima, enfáticamente en San Isidro impulsado por la familia Onetto Aurich y donde salieron otras figuras como "Pocho" Vallejos y César Arnáez. El "Niño terrible", posteriormente, en 1980, fue entrenador de Aurich con regular éxito.

lunes, 9 de septiembre de 2024

martes, 3 de septiembre de 2024

Que no sea un día más


Juan Aurich, nuestro querido club, cumple hoy 102 años de fundación, sin fiesta, sin alegría, sin jarana, sin emociones, por culpa de los actuales dirigentes que continúan maltratando y humillando al Ciclón.
Sin embargo, este nuevo aniversario no debe ser un día más: todos los hinchas de Aurich esperamos, de corazón, la renuncia masiva de los directivos que han hundido al Ciclón en el olvido e iniciar, de inmediato, un operativo rescate, con inversionistas poderosos que se aboquen a reconstruir las ruinas que quedan de nuestro club, suspendido, en el limbo, sin saber dónde participará en 2025, con un año perdido como es éste que nos suspendieron la licencia para intervenir en la Liga 2, porque los dirigentes no quisieron honrar sus deudas bajo la excusa de que "si otros clubes no pagan yo tampoco ¡¡¡viva el perromuerto!!!  
Inversionistas que compren un terreno para que se convierta en sede del club, con concentración y cancha de entrenamiento, oficinas y todo lo que requiere un auténtico club profesional.
Aurich actualmente no tiene nada, ni una silla ni un móvil ni nada. Perdimos la Videnita y el club es mucho menos que un equipito de barrio.
Que este nuevo aniversario sea para que esos dirigentes que pretendieron ponerle negro y luego dorado a nuestros gloriosa camiseta, en complicidad con la ropa deportiva que felizmente no nos vistió este año, se vayan y que nunca regresen.
Que no sea un día más.