lunes, 2 de noviembre de 2009

Aurich campeón

Voy a contarles mi sueño. Estaba afónico como todos y muchísima gente estaba conmigo en la Plaza de Armas de Chiclayo. Era de noche. Y había euforia, locura, ríos de cerveza y marinera en parlantes y altavoces. La gente se abrazaba y todos tenían camisetas rojas. Retumbaban los cánticos cuando alguien gritó "allí están, los campeones".
Y, en efecto, allí estaba Luis Guadalupe con un enorme trofeo en las manos. Estaba Erick Delgado que reía de oreja a oreja y el chiquitín Chiroque que saltaba y se unía a los cánticos de todo ese pueblo aglomerado en la Plaza de Armas.
¡Aurich campeón! ¡Aurich campeón! gritábamos todos. Estaba Sergio Ibarra cojeando pero feliz, abrazado a Mayer Candelo yChará. Paul Pantoja lloraba en medio de la hinchada que lo abrazaba emocionada y le daba las gracias por esa inmensa alegría.
"Misión cumplida, Chiclayo. Aurich campeón", dijo Edwin Oviedo, enfundado n una bandera roja con la JA grandota. Y eso fue suficiente para que un rugido, como terremoto, remeciera todo Chiclayo.
Bailaban los hinchas en medio de las pistas. Gritaban los niños. Los vi a todos. A Martín Arzuaga, "Pizarrito" García y, no sé por qué, decían muchos que Pedro Ascoy era el gran héroe, el que nos daba el título por primera vez en nuestra historia.
Y después la caravana por las calles chiclayanas, entre selvas de banderas rojas, miles de brazos en alto y el clamor de una afición rendida a sus ídolos.
Eso lo soñé. Y estoy seguro que es un sueño premonitorio. Chiclayo se va a vestir de fiesta. Chiclayo va a gozar como nunca.
Y en medio de esa algarabía de mi sueño, alguien lo dijo, "para gozar primero hay que sufrir", seguramente por esta mala racha que debe pasar.
Sí, señores, anoche en mi sueño, vi a mi Aurich campeón.

aurichista

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