Juan Reynoso quiere darle otro aire al ‘Ciclón’. Llegó a Chiclayo para hacer del Aurich un grande de nuestro fútbol. Tiene muchos planes en la cabeza. En su estadía en la ciudad norteña, se dio un tiempo para hablar con Depor. De todo un poco.
-¿Por qué elegiste al Aurich para volver a entrenar?
En primer lugar porque nos sedujo el proyecto. Además, era la tercera vez que intercambiamos ideas con Edwin Oviedo. Si no me fui a un equipo de afuera es porque el destino me guada algo especial en Chiclayo.
-¿Cuándo fueron las otras dos anteriores?
Las dos fueron en 2008. La primera, antes de que contrate a Balerio. La segunda, poco antes de la llegada de Franco Navarro.
-¿Qué cambió ahora?
Vimos que teníamos la misma frecuencia. Coincidimos en que los clubes deben manejarse de la forma más profesional posible. Creemos que ambos podemos crecer de la mano, Juan Aurich como institución y nosotros en el aspecto deportivo.
-La palabra proyecto está muy manoseada. ¿Qué significa para ti?
Es tener un plan y seguir de acuerdo a él. Es cumplir objetivos en el día a día, el mes a mes y el año a año. Tenemos que lograr cosas reales y luego soñar en alcanzar cosas grandes. Para que esto suceda, es importante que todas las partes estén muy involucradas.
-¿Por qué tienes un cuerpo técnico tan numeroso?
En el fútbol cada vez cuentan más los pequeños detalles, así que es más difícil para tres personas manejar un grupo de treinta jugadores. Con diez se puede hacer algo más personalizado. Eso permite estar encima del jugador y con el tiempo, de acuerdo a la personalidad de cada uno, se establecen los vínculos cercanos.
-¿Cómo es ese vínculo permanente que mencionas?
Nosotros pretendemos, tanto en el primer equipo como en la reserva, estar las 24 horas a disposición del plantel. Es obvio que es más fácil hacer eso con 10 personas.
-¿Hay la impresión de que los jugadores hábiles no encajan en tu plantel?
Eso es pura especulación y hasta ocioso de contestar. Lo que más se valora es la capacidad técnica e individual del jugador. Luego se le pueden ir agregando cosas para que vayan creciendo y de acuerdo al sistema que utilicemos, ellos tengan la oportunidad de jugar.
-Tus equipos no llegan a agradar a muchos.
Dicen que mis equipos son defensivos, pero yo digo que son equilibrados. A la larga, siempre han terminado con mejor diferencia de gol. Entonces, si siempre mis equipos hacen más goles de los que recibe, definitivamente es eficiente para atacar y defender.
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