¡Ya no regalen los puntos!

Apenas dos triunfos y cualquier cantidad de empates. Dos partidos regalados, uno ante CNI y ahora con Melgar. Un técnico timorato y un equipo que juega a la loca. Así no vamos a ninguna parte. El 1-1 ante los characatos desnudó todas las debilidades y pobrezas del equipo: no hay definición ni somos un equipo arrollador.
Juan Aurich volvió a defraudar. Jugando al pelotazo, con Ascoy y Chiroque actuando para su santo y pensando más en defender que atacar, el empate se justifica porque el Ciclón sigue sin soplar.
Verdad que se dominó. Es cierto que se perdieron muchos tantos cantados. Claro que hubieron tres palos. Pero con esos argumentos no se ganan los partidos, sino con goles. Y Aurich no tiene gol.
¿Qué le pasa al equipo? ¿Qué está mal en Aurich? Las repuestas están en la banca. Umaña no da fuego y su falta capacidad se refleja en la carencia de triunfos y victorias convincentes.
Es hora de cambiar las cosas y escuchar al clamor del hincha que ya no regalen los puntos.

Diego Penny estuvo bien. Melgar atacó siempre y el flaco respondió con creces. Alvarez, Balbuena y Guadalupe hicieron lo suyo mientras Uribe no desentonó en la contención.
Cruzado, en cambio, estuvo irreconocible mientras Quina provocó sofocones en el arco rival, pero reafirmó que no tiene puntería ni centra bien.
Sheput propició ataques constantes y fue absurdamente cambiado. Ascoy ratificó su mal momento mientras Chiroque no aportó nada.
Mauricio Montes hizo el gol y nada más.
Diego Gavilán se hizo expulsar tontamente mientras Ciciliano estuvo movedizo pero con el santo de espaldas.

Kike Ciclón