Al fanático siempre le molesta no ganar. El hincha quiere ver eternamente ganador a su equipo. Y cuando no se consigue la victoria toda la vida dirá que el equipo de sus amores jugó mal.
El desabrido empate 0-0 con San Martín tapa muchas cosas buenas que mostró el equipo. Por ejemplo hubo más toque, más llegada, más volumen de ataque y más deseos de ganar. El Ciclón lució libre, sin ataduras, ganoso y hasta más alegre y festivo.
Lamentablemente la falta de contundencia volvió a confabular contra nuestra escuadra y no se pudo ganar.
Dentro de esas mejoras es obvio que falta algo más. Que el equipo despierte una vez por todas y ratifique su condición de campeón nacional.
Esperamos que Franco Navarro traiga consigo ese toque motivacional que requiere el equipo.
Diego Penny estuvo muy bien en el arco, incluso con una sensacional zambullida salvó un gol cantado de los blancos.
Nelinho Quina lució muy ganoso, animoso y fue uno de los mejores de la cancha, incluso se perdió un gol cantado. Fleitas falló bastante, hasta se perdió un tanto y Guadalupe lució nervioso aunque no desentonó. Minaya sólo aportó entusiasmo.
Rojas fue el mejor de la cancha controlando los ataques rivales y Valencia no o mucho. Kahn también estuvo bien pero sus centros no fueron aprovechados.
Guevara defraudó y Chiroque estuvo muy empeñoso pero impreciso. Tejada estuvo demasiado lejos del arco contrario.
Montes no aportó nada tras su ingreso y a Cueto le quedó corto los pocos minutos que jugó.
En suma, un resultado muy malo para el equipo pero dentro del pésimo resultado al menos Aurich mostró una mejoría. Ojalá que ante Vallejo, el Ciclón despierte definitivamente.
Ferreñafe
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