La conclusión del duelo contra Inti Gas es que Aurich vendió cara su derrota. El equipo jamás bajó los brazos, las peleó todas y hasta el último minuto arañó un empate que hubiera sido justo por el buen despliegue que hizo el Ciclón.
Lamentablemente no se marcó como se debe a Orejuela y en el contragolpe que permitió el gol de Oliveira, falló la defensa en la descolgada del brasileño. Esas fallas, en resumidas cuentas, nos costaron el partido.
Pese a todo, el equipo peleó, luchó, buscó el resultado, hasta el último segundo, pero el fútbol es así y ahora nos queda pensar en Alianza Lima.
Ojalá que la derrota no haga mella en los muchachos aurichistas y se logre levantar cabeza en el compromiso frente a los victorianos.
Juan Goyeneche estuvo bien aunque descuidó en ordenar a la defensa en cubrir a Orejuela. Incluso le hicieron un gol de sombrerito, pero eso no desluce su labor pues tuvo muy buenas tapadas.
Perleche estuvo nervioso, impreciso, sin salida y marcó poco, al igual que Céspedes demasiado oculto, sin buscar la salida.
Ramos fue expulsado y Balbuena no fue el de otras fechas. Los tres goles rivales bastan para definir su labor.
Viza no cumplió en el ida y vuelta mientras Vílchez extrañó a Rojas y Carranza en la contención. Pacheco estuvo demasiado escondido y aportó muy poco mientras que Ovelar fue, una vez más, lo mejor del Aurich, impetuoso, peleándolas todas y anotando un golazo de tiro libre.
Rengifo estuvo muy marcado y no pudo hacer de las suyas.
Cummings ayudó en la marcha pero el equipo ya estaba apostando al ataque cuando ingresó. Noronha solo aportó entusiasmo y Gino Guerrero hizo poco, incluso se perdió un gol.
Hay que dar vuelta a la página y pensar en lo que viene. Es lo que queda.
Ferreñafe
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