Aurich se salva si se va Lovrincevich

Todos los aurichistas estamos llenos de cólera e ira por el pobre empate ante Alianza Atlético, lo pésimo que jugó el equipo, la falta de coraje en los jugadores y la incapacidad de un técnico que en 18 partidos jugados, tan solo ha ganado dos, osea es el más perdedor y fracasado en toda la historia del Ciclón del Norte.
A esto sumamos una dirigencia  al mando de César Alva que solo ha sabido cosechar decepciones  y que desde que está al mando del club, todo ha sido debacle tras debacle hasta poner al equipo al borde del descenso.
Aurich ya no depende de sí mismo para salvarse de la baja, sino de un auténtico milagro y ese don divino empieza por botar al técnico. Porque esto es culpa de Lovrincevich, un entrenador que  no sabe absolutamente nada de fútbol tal como se observó en ese horroroso segundo tiempo contra los churres.
Un técnico sin variantes tácticas, que no sabe afrontar un marcador adverso, que se equivoca en los cambios, que no ordena su equipo, que no infiltra a sus jugadores de mayor entrega y coraje.
Y es tanto así que la dirigencia tuvo que traerle a un motivador (Luis Guadalupe) porque este señor dizque entrenador no sabe llegar a los jugadores, no los obliga a ganar, no sabe infundirles de ánimo y carece de lo más elemental que tiene un estratega: infundir confianza en su ploantel.
César Alva, si es que quiere al Aurich, tiene ese milagro en sus manos: sacar a Lovrincevich. Aún se está a tiempo para evitar que nuestro querido Ciclón caiga en la Segunda División, y el primer paso es echando a este DT que, reiteramos, ha batido récords en fracasos y no sabe ganar.
Aurich necesita un técnico ganador, motivador (ya que está la palabrita de moda), que obligue a los jugadores a romperse a la cancha, un Roberto Challe por citar un nombre, que hacía que sus jugadores "mataran" en la cancha.
Porque ante Alianza Atlético nadie "mató" en la cancha, nadie se esforzó, nadie puso coraje, nadie quiso que el equipo ganara y nadie intentó evitar que el equipo pierda la gran ocasión de dejar el último lugar de la tabla.
Ese gol de empate del Alianza Atlético fue realmente un insulto para todos los hinchas y fue un dolor en el corazón ver cómo los pelotazos se iban una y otra vez a las tribunas, lejos del arco, como si nadie quisiera embocarla en la puerta de Rivadneyerna.
Aurich puede salvarse y esto se conseguirá sin Lovrincevich. Por último que se quede "Cuto" Guadalupe, si es que tiene título de entrenador, o traer a César Sánchez, al mismo Challe, a "Checho" Ibarra o algún técnico suelto en plaza que motive a los jugadores a ganar, a salir adelante, a crecerse al castigo.
Lovrincevich reconoció que jamás trabajó en Primera División, que le gusta laborar con jóvenes y que quería aprender. Bueno, ya hizo kilometraje, entonces agarre, señor, sus maletas y váyase porque Aurich no merece estar último ni irse a la baja.
César Alva está a tiempo de hacer una cosa buena en medio de todos sus errores y salvar a nuestro equipo: saque a Lovrincevich, ponga a "Checho" Ibarra o Challe o a quien sea y haga que no nos vayamos a Segunda División.
Y entonces ocurrirá el milagro para Aurich.

Ferreñafe