Fue en 2002 en el Juan Aurich, conjunto en el que un joven Sampaoli se hacía cargo por vez primera de un equipo de Primera división mientras que un veterano "Balán" colgaba las botas al final de una temporada de agonía.
“Era un técnico muy apegado al trabajo, no dejaba que nada se le escapara”, recuerda Balán, quien hace hincapié en el hecho de que al ‘Zurdito’ ya “le gustaba mucho analizar al rival para organizar su táctica” desde los inicios.
“Se marchó pronto por temas económicos, no tuvimos apoyo de la dirigencia y decidió irse. No había presupuesto. Pese a ello, ya se intuía que podía llegar lejos, porque era amante de la disciplina y el
trabajo. Respetaba mucho al jugador y le gustaba conversar mucho con los jugadores experimentados”, apostilla el exbético, quien aunque tuvo algún rifirrafe con él, indica que siempre fue “con mucho respeto”.
“Había muy buena relación con todos los jugadores y el cuerpo auxiliar, era joven y quería ir a más. Se le notaba”, especifica el delantero: “El trabajo era lo primero para él”.
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