Este 2023 significó otro rotundo fracaso, un nuevo papelón y la enésima estrella en desaciertos, errores, metidas de pata e incapacidad de los dirigentes que solo han deparado decepciones en la hinchada aurichista.
El colmo de la incapacidad de la dirigencia del Ciclón fue el año pasado que el club celebró su centenario, una fecha histórica donde no hubo ninguna actividad, libro de oro, partido recordatorio, camiseta alusiva y de remate hizo un pésimo campeonato, se cometieron gravísimos errores como la falta de carnets de cancha que fue un autogol más grande que el Estadio Nacional.
Hoy de nuevo Aurich vuelve a llorar, sumando un nuevo fracaso y decepción. Las últimas esperanzas de conseguir, al menos, jugar los lay off, se diluyeron con el triunfo del Comerciantes FC, suma de errores y corolario de un rosario de errores de la dirigencia.
Contratar técnicos como Jahir Butrón y Jesús Oropesa, que no dieron la talla, son culpa de la dirigencia. Fichar a jugadores sin amor a la camiseta, sin espíritu de triunfo, es también responsabilidad de los directivos. Conformar un cuadro sin aspiraciones, a última hora, sin referentes, lo es también.
Conclusión, estos seis años de fracasos y derrotas tienen nombre y apellido: la dirigencia aurichista.
Es momento que Edwin Oviedo y su familia, dejen el club. Basta de fracasos. Si ya no quieren invertir en el club, si están empecinados a tener nuestra institución a la deriva y como un simple pasatiempo, es mejor que se vayan y dejen las riendas a personas que quieran al Ciclón, solventes y que deseen devolver al equipo al lugar que se merece en la Liga 1.
Vivir del recuerdo del título de 2011, de esos años que Aurich contaba con un plantel de lujo, contrataba técnicos de categoría, figuras de renombre y era protagonista, es inútil y fatuo. La realidad es una sola: el Ciclón vuelve a fracasar y a este paso, mientras se mantengan los actuales dirigentes, nunca va a subir.
Estos últimos seis años, desde que se perdió la categoría, ha sido una agonía. Si bien Aurich ha estado cerca de lograr el ascenso, sin embargo, por los desaciertos y errores que empiezan en la dirigencia y la carencia de un buen entrenador, han sido causantes de que el club siga enclaustrado en la Liga 2, sin poder ascender, perdiendo finales o como viene ocurriendo estos tres últimos años, lejos de los primeros puestos.
Solo algunos se salvan de las pifias este año. El portero Martín Quiroz, el colombiano Kevin Lugo, el argentino Renzo Alfani y dejamos de contar. El resto de jugadores no dieron, tampoco la talla, al igual que Butrón y Oropesa, y estas son las consecuencias: fuera de combate.
Aurich necesita otros aires, nuevos timoneles, gente renovada con deseos de trabajar, con planes ambiciosos, dinero para invertir y planes concretos. La casualidad no existe en el fútbol.
Basta de fracasos. Aurich no puede seguir en una división inferior. Su lugar es la Liga 1. Y solo lograremos el ascenso cuando los actuales dirigentes se vayan, no vuelvan nunca, y entren a trabajar al frente de la institución aurichistas de verdad.
Kike Ciclón
Esto les comenté que Aurich terminaría bien el año que retornará a la Liga 1 por esos dirigentes mediocres y cagadas que son deben de dar un paso al costado y lárgate Oviedot[
ResponderEliminar