Los jugadores aurichistas lamentaron la derrota sufrida ante Vallejo y coincidieron que el árbitro del partido, Albert Caballero, dirigió mal y perjudicó al Ciclón.La totalidad de jugadores señalaron que el gol anulado a Ricardo Ciciliano fue injusto y que hubiera cambiado la historia del partido.
Jesús Alvarez subrayó que el juez estuvo en todo momento deteniendo el juego, cobrándole faltas al escuadrón chiclayano.
Reimond Manco también observó que se cortaron muchas jugadas de peligro del Ciclón.
Otra coincidencia en las apreciaciones rojas es que el penal cometido por José Guevara Tinoco no fue tal y eso terminó por derrumbar las apiraciones chiclayanas además de varios penales que el árbitro no quiso sancionar.
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