Luis Fernando Suárez, el entrenador colombiano que clasificó a Ecuador al Mundial de Alemania 2006, es otro de los candidatos a dirigir a la selección nacional. Él está hoy sin equipo y dispuesto a dialogar sobre un proyecto.
Confiesa que en las últimas semanas nadie lo llamó de Bolivia, “pero un empresario uruguayo me habló hace dos meses sobre el tema y no he vuelto a saber nada más”, le dijo ayer a Marcas desde Guayaquil.
Se vio un poco sorprendido con la comunicación telefónica. Se le informó que su nombre empezó a sonar aquí y respondió: “Bueno, lo único que puedo decirle es que es un halago para mí que mi nombre suene como candidato a la selección”.
Suárez es un hombre que conoce Bolivia y también La Paz, la sede de la selección en las eliminatorias mundialistas. La última vez que vino fue a comienzos de año cuando dirigía al Juan Aurich de Perú. Recuerda que jugó con Bolívar por la Copa Libertadores.
Más de un mes que está sin equipo y sostiene que no ha recibido una nueva oferta todavía.
Pero Suárez es un profesional que tiene clara la figura, más cuando se trata de una selección nacional, “que siempre es tentador”.
“Si hablan conmigo, tendríamos que ver un proyecto serio con objetivos importantes”, fue lo primero que indicó anoche.
Después dijo que a la distancia se enteró que la situación del fútbol boliviano no ha sido buena en los últimos años, pero de ella “deben saber bien los dirigentes, quienes también deben tener las soluciones”.
Lo que ofrece el colombiano a sus equipos “es mi trabajo, mi experiencia y un compromiso grande. Y lo más importante, mirar un proyecto, un proyecto serio, en el que tengan que trabajar todos. Ver también las cosas buenas y malas, las buenas para capitalizarlas y las malas para corregirlas, para hacer del proyecto un proyecto viable”.
Es motivante. Suárez confesó desde Medellín que dirigir a una selección “siempre es motivante”, es una experiencia que la vivió con Ecuador.
Según el DT, el fútbol boliviano “tiene buenos jugadores y si no está en una buena posición no es por ellos, sino por otras circunstancias”.
Se animó a decir que si tuviera la oportunidad de dirigir a Bolivia, no sólo el trabajo sería una parte fundamental de su proceso, sino “la unidad y la comunicación” de todos los sectores del fútbol.
Recordó que en Ecuador “se hizo un trabajo de coloso, se clasificó a un Mundial y se pasó a octavos de final. Estuvo bien hecho y fue un recorrido largo, un proceso que empezó de mucho antes con muchos técnicos y había mucho de seriedad, con buenos jugadores y un buen equipo. Fue interesante el trabajo que se hizo además con una dirigencia también buena”.
Respeto a la altura. Suárez habla de La Paz con respeto, pero afirma que “no facilita todo. Se puede clasificar teniendo un buen equipo, que haga respetar a la altura y sumando puntos afuera. Eso es factible, fue lo inteligente que hizo (el español) Xabier Azkargorta (en 1993). Pero, si bien La Paz y su altura son un buen aliado de la selección, armar un buen equipo es la base del proyecto”.
Consultado si es un técnico caro, respondió: “La verdad, es difícil responder eso. Lo que sí puedo decir es que soy una persona que valora mucho su trabajo y hago mucho por eso. Me gusta trabajar, estar metido en la cancha y en el proceso, en el andamiaje del equipo y buscar maneras para mejorar siempre. Y hoy no sólo un técnico debe preparar el equipo para un partido, sino ver el entorno, coordinar todo. El fútbol, más aún en una selección, es de todo un país, todos deben estar metidos en un solo compromiso”.
Diario La Razón de Bolivia
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