viernes, 17 de octubre de 2014

Todo en contra

Aurich estuvo peleado con la diosa fortuna. Primero,  Rengifo se pierde un gol increíble que hubiera sido el segundo del Ciclón, tras el golazo de Josué Estrada. Luego,  un incompetente árbitro nos expulsa a Jair Céspedes, cuando el equipo rojo  estaba mejor, bien parado en la cancha.

No solo eso, un faul descalificador de un celeste, nos dejó sin Cristian Ramos y ni siquiera le mostraron cartón amarillo.  Lamentablemente, el reemplazante de "Sombrita", Aldair Perleche tuvo una tarde desafortunada y fue una puerta abierta para los ágiles contrarios.
En el complemento, Pacheco y Estrada se perdieron goles cantados y de eso aprovechó Cristal para voltear el partido.
Para rematarla, Garay no le cobró un penal clarísimo a Jorge Bazán.
El 4-1 en realidad, fue demasiado premio para Cristal. Aurich fue mejor pero los rimenses jugaron con 12, incluyendo al árbitro y Aurich con 10, por la injusta expulsión de Céspedes.
La orden es que Cristal ganara y siguiera vida con el Clausura, igualito como nos pasó en el Apertura, cuando nos robaron en el mismísimo Chiclayo: los rimenses no pueden estar peleando abajo. Ese es el meollo de todo.

Erick Delgado lo hizo bien. Tuvo buenas tapadas, pero tras el penal que no le cobraron a Bazán el equipo se derrumbó y se vino la goleada.
Estrada hizo un golazo pero se perdió otro que hubiera cambiado la historia. Después de descontroló. Balbuena y Ramos tuvieron un magnífico primer tiempo, pero "Sombrita" se lesionó y el "paragua" cayó en errores en el complemento.
Céspedes fue expulsado injustamente y Rojas hizo lo que pudo. Vílchez también aportó bastante hasta que la avalancha rimense fue incontrolable. Pacheco se perdió un gol infame ante Penny.
Rengifo las peleó todas pero no fue suficiente y a Acevedo le quedó grande el partido.
Bazán solo aportó entusiasmo mientras que Perleche estuvo en una tarde para el olvido. A Noronha le quedó cortito el poco tiempo que estuvo en la cancha.
La orden era ayudar a Cristal y así no se podía ganar. Aurich peleó contra todo.

Ferreñafe

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