lunes, 10 de diciembre de 2018

¿Y ahora qué?

Tres cupos para el Descentralizado 2019. Lo que pudo ser un triunfal retorno a Primera División terminó en una gran desilusión para los hinchas aurichistas que otra vez tendrán que sufrir en este martirio que es el torneo de ascenso, pero con la diferencia que ya no habrán esos tres boletos que nos hubieran asegurado volver a codearnos con los grandes del chimpún nacional.
Al final el "cuco" Cienciano, como temíamos, apeló a la altura y a su mayor experiencia para dejarnos fuera de combate. No se aprovechó la ocasión de meter más goles en Chongoyape ante un rival que venía humillado y desmoralizado y el Ciclón la pagó caro, quedando nocaut.
No fue el único en la etapa decisiva de la Segunda. Tampoco se aprovechó que veníamos mejor que Vallejo, shockeado de que le ganáramos dos veces en el torneo regular, menos se goleó en la ida, no hubo vocación ofensiva para la revancha y finalmente, lo que era una clasificación segura a la final, terminó con la eliminación.
La buena fortuna que tuvimos para enfrentar a Huaral, en el primer play off, en lo que parecía una suerte de campeón, que incluyó el penal detenido por Rosales al último minuto, fue, finalmente un espejismo, una ilusión momentánea, que nos dejó sin título, sin clasificación y eliminados.
¿Y ahora qué? los hinchas aurichistas aún no superan el desconcierto de esta eliminación. Todos soñábamos con esos tres boletos a Primera que, al quedarnos ahora sin nada, ha sido un golpe tan duro que pasarán aún muchos más días para asimilarlo y saber qué hacer para la temporada 2019.
La realidad es que el próximo año emerge con nubarrones demasiados negros. Los temas judiciales  como el de la Videna, también asustan y la falta de recursos económicos es ahora el cuco que se empina delante de nuestro querido club.
Son demasiados fracasos de la actual gestión aurichista. La pérdida de categoría y ahora quedarnos otro año en Segunda son los lastres que está cargando la directiva del Ciclón. Se impone una reingeniería, nuevos aires, caras nuevas, otras ideas, mejores ánimos y sobre todo, con recursos económicos.
Aurich tuvo un mal año, con amagues de huelga, jugadores impagos, deudas reclamadas que casi eliminan al equipo y el plantel no se reforzó bien como sí lo hicieron Vallejo, Cienciano y Mannuci. Y fíjense: los tres vuelven a Primera División (imposible pensar que cusqueños y carlistas pierdan ante los equipos de Copa Perú). Es decir gastaron bien y su recompensa es la categoría principal de nuestro fútbol. Aurich hizo un gasto "prudente" y se quedó con las manos vacías. Esa fue la diferencia.
Si César Alva quiere quedarse ya debe preparar el equipo para el 2019. Armarse a lo grande. Ya no serán tres cupos, sino tan solo un boleto y estarán rivales como Huaral, Grau, Alianza Atlético que también quieren volver y serán huesos muy duros de roer.
¿Debe quedarse Cortijo? Falló mucho. Perdió puntos increíbles en el torneo regular, no arriesgó cuando se necesitaba ganar, no aprovechó muchas veces la superioridad del Ciclón y desacertó demasiado en los cambios. Alardeó mucho de su fama de haber ganado dos veces la Segunda olvidando que el fútbol es siempre una historia distinta. De quedarse tendrá que cambiar, de inmediato, de filosofía o tampoco tendremos fortuna el próximo año.
Lo idóneo es mantener el actual plantel, reforzándolo bien, insistimos, el talón de Aquiles de éste ingrato 2018. Hay jugadores muy buenos como el argentino Gómez, Carrillo, el mismo Marvin Ríos, la experiencia de Rosales, Yglesias y Herrera y las ganas de Estrada. Aurich tiene un buen equipo que, afiatado mejor, con dos volantes creativos, jugadores desequilibrantes y centrales fuertes y bien arriba se puede ganar el título.
El 2019 se presenta incierto, con muchos nubarrones, dudas y la pereza de empezar de nuevo, de cero, en un torneo muy difícil, complicado, de reclamos, deudas, estadios vacíos y poco apoyo económico como la Segunda. Con la envidia sana de ver a Pirata FC en Primera y nosotros volviendo a actuar en canchas malas, remando contra corriente y en un certamen que no deja de ser inferior a la categoría principal.
Reiteramos. Se impone una reingeniería, otros aires, mejor apoyo económico. Aurich debe sacudirse de los líos judiciales, pensar en grande y tratar de conseguir el boleto para el lejano Descentralizado 2020. Se perdió una gran ocasión y serán otros clubes los que festejen y se codeen con los grandes del chimpún nacional.
No olvidemos que en 2022 Aurich cumple 100 años y sería desastroso celebrar tamaño acontecimiento en Segunda, sumergido en una gran crisis institucional.

Ferreñafe

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