Sin duda, el “Rei” guarda en la estrella del Real Madrid, su fuente de inspiración para hacer sus “diabluras” en el campo. Atrás quedó aquella larga cabellera que lucía en sus tiempos de “Jotita” o aquel corte de potrillo, cuando debutó con la divisa de Alianza Lima.
Manco hoy en día es otro jugador. Totalmente renovado. Y es que no sólo ha mostrado notables cambios en lo futbolístico, sino también en su personalidad. Pero lo más importante que muestra Reimond Manco aparte de su endemoniado juego es su cariño por los hinchas del Juan Aurich.
En cada entrenamiento, partido o cuando pasea por las calles de Chiclayo recibe el aprecio de los aficionados que pugnan por robarle una fotografía o un autógrafo a su nuevo ídolo. El jugador complace la saciedad de su gente.
Líbero
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