Hay días buenos, otros regulares y también los hay pésimos. Algunas veces las cosas salen mal, es parte de la vida. Pero lo que Aurich ofreció ante Unicachi, es realmente el colmo. Una actuación tan falsa como moneda de tres soles.
¿Qué le pasó al Ciclón? Aurich tenía las cosas a su favor: cancha neutral, el llano, sin barras en las tribunas y con una ventaja de dos goles, además de un mejor plantel. Al parecer los muchachos miraron por el hombro al rival y las consecuencias fueron funestas: adiós torneo intermedio.
Aurich estuvo tan mal que, incluso, en un momento dado del partido, perdía 3-0 con baile y todo. El equipo demostró, simplemente, poco temple y por ello quedó fuera de combate de un certamen que, en honor a la verdad, no sirve para nada.
Ignacio Drago estuvo desconocido en el arco. A su favor diremos que fue vendido por su deensa.
Y es que Tenemás, Minaya, Ramírez y Vásquez estuvieron pésimos. Sin marca, sin salida, sin consistencia, sin solidez. Sin nada de nada. Por eso que Unicachi, sobretodo Shoro y Ardiles, se banquetearon con los rojos.
Molina y Uribe tampoco aportaron gran cosa y pese a su experiencia en Primera fueron siempre superados por los azules. Miguel Otero fue cambiado en el primer tiempo por Chumpitaz y Cueto únicamente aportó entusiasmo.
"Pizarrito" García y Romario Aliaga, simplemente, fueron una nulidad.
¿Los cambios? Velarde aportó ganas, Talaviña hizo el gol que alargó la agonía y Benavides poco qué decir.
Kike Ciclón
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