Juan Aurich ha pagado factura a un reguero de errores que comenzaron en 2020 y que se han ido sumando uno tras otro y que ha tenido el corolario de una muerte anunciada a voces: quedó fuera de la Liga 2.
Un centenario en 2022 que pasó desapercibido, ni siquiera se hizo una misa y se cumplió una de las campañas más pobres de la historia del equipo. Igual ocurrió el año pasado que el Ciclón quedó relegado, dando pena hasta las lágrimas.
Esta temporada apuntaba a lo mismo. Se insistió con un técnico que no daba la talla, no se hizo buenas contrataciones y se vendió humo afirmando que contábamos con un gran equipo cuando a duras penas tres o cuatro jugadores, como Jesús Chávez o "Conan" Roja, únicamente marcaban la diferencia.
De remate, la marca que viste al Aurich, optó por un diseño deleznable, manchando la insignia sagrada del Ciclón con un dorado horripilante que motivó la furia de los hinchas. Los dirigente no solo malograron el centenario sino que ahora pretendieron mancillar la gloriosa indumentaria de nuestro querido club.
Y lo peor ha sido descubrir que la dirigencia no honró sus deudas, arrastrando facturas sin pagar y por ello la FPF no tuvo otra opción que sacarle tarjeta roja al club.
Lo más increíble que en el directorio de la FPF hay un dirigente aurichista, es decir, sabía de antemano lo que se venía para el club y no hizo nada para evitarlo.
Las excusas de la dirigencia son risibles. Porque mengano, fulano y zutano no han pagado sus deudas, yo tampoco pago y si me sacan del campeonato, es discriminación. ¿Dónde estamos? La política del perro muerto ya fue, todos queremos un fútbol peruano sólido, fuerte, responsable y no con clubes que gustan del cabezazo. Entonces, ¿de qué se queja la dirigencia? Los propios timoneles aurichistas cavaron la tumba. Esa es la verdad de la milanesa. Echarle la culpa a Lozano está demás. Aurich no honró sus deudas pese a que se le advirtió reiteradamente y sabía las reglas del juego, sin embargo prefirió aferrarse a la criollada de que "si tú no pagas, yo tampoco pago".
Aurich recurrirá al TAS y es posible que le den la razón, quién sabe, pero entonces ¿volverán los cabezazos y las deudas? Basta ya de vivir de criolladas, de huachas y perro muerto, señores. Es hora que Aurich se convierta en un club serio, responsable porque así y solo así se hará grande.
El Ciclón no tiene sede, carece de cancha, siquiera tiene un móvil dónde llamar. ¿Ese es el club que queremos todos los aurichistas, un equipo sumido en la informalidad?
Aurich quedó fuera de la Liga 2, entonces que se vayan los dirigentes también y que entren ahora personas serias, que deseen hacer obra, de dotar al club de infraestructura, que respeten las tradiciones del equipo, es decir sus colores originales, que hagan contrataciones que valgan la pena y marquen la diferencia y basta ya de vender humo, engañar al hincha y respetar, al fin la tradición del Ciclón.
Nos malograron el centenario, luego los 101 años del club y ahora nos sacan del torneo de ascenso. Ya pues, eso no es discriminación, esa se llama incapacidad, falta de manejo y poca pericia para conducir un club que es el orgullo de Lambayeque, campeón nacional 2011 y el primer club provinciano en ir a una Libertadores.
Ojalá el TAS le de razón al Ciclón pero que sea con otros dirigentes que amen verdaderamente al equipo, que reivindiquen los cien años del equipo, que no manchen el uniforme y que no hagan más pero muerto. El fútbol peruano ya está cansado de criolladas y huachas.
Kike Ciclón