sábado, 28 de enero de 2012

"Cuto" se confiesa


Aunque chalaco, es crema de corazón. Luis ‘Cuto’ Guadalupe es el capitán del Aurich campeón del 2011. Para el 2012 promete grandes desempeños futbolísticos y un pronto retorno a la ‘U’.
Eres chalaco. ¿Cómo así eres hincha de Universitario?
Me hice hincha de la ‘U’ cuando empecé a jugar allí. Antes no era hincha de ningún equipo, ni siquiera del Sport Boys.
¿Qué te atrajo de la ‘U’?
La forma cómo me recibieron. Siempre fueron muy amables conmigo, pasé momentos muy buenos con el equipo. A Universitario le debo lo que soy, alguien conocido a nivel nacional e internacional, y el haber conseguido cosas importantes en mi carrera.
Encontrar tu posición en la cancha te tomó algún tiempo…
Siempre he sido central. Que haya jugado de delantero fue una cosa circunstancial, que respondió a una necesidad táctica y a mi biotipo. No me arrepiento porque, si no hubiera aceptado, mi historia en el fútbol habría sido otra.

Hiciste goles importantes. Yo recuerdo uno que le hiciste a Cristal…
Gracias a Dios, me tocó hacer goles en momentos clave, como ese, en mi debut. Por eso, siento que soy parte de la historia de Universitario. Sergio Markarián es un gran estratega, y él vio en mí condiciones para jugar de delantero. Yo solo puse lo mejor de mí. Luego, el destino me devolvió a mi verdadera posición: la de central.
También has sido lateral derecho. En esa posición jugaste en Independiente…
Es verdad. También he sido volante por derecha. Y hasta de arquero he jugado porque mi papá lo fue. La verdad, era muy malo, pero el equipo donde jugaba –Yo, Calidad– necesitaba uno, aunque no duré mucho. Y de mis días en Independiente tengo buenos recuerdos. Allí me entrenó Menotti y jugué al lado de jugadorazos como Diego Forlán, Diego Milito, Esteban Cambiasso, ‘Caldera’ Calderón. Fue, en verdad, un privilegio. Jugué una Copa Mercosur, donde le hice un gol al Corinthians, campeón del Brasileirao. En toda su carrera, Menotti nunca le había ganado a un equipo brasileño en Brasil y, por eso, para él y para mí, aquella victoria fue muy importante.
Has jugado en Bélgica, en Grecia, en Argentina, en Perú. ¿En Grecia te diste tiempo para conocer y respirar arte y cultura?
No, no tuve tiempo. Allí me dediqué a jugar, no a ser turista.

¿Eres un niño grande?
La verdad, sí. Esa es mi esencia. Soy feliz con lo que hago, me divierto y por qué no atreverte a hacer cosas diferentes como gritar “¡Tengo hambre!”. Además, soy muy sensible, una persona de lágrima fácil. Dicen que los Aries somos así.
Teniendo un biotipo privilegiado, pudiendo ser atleta o basquetbolista, ¿por qué optaste por el fútbol?
Yo no opté por el fútbol, se me dio así. En Corongo, mi barrio chalaco, lo único que se jugaba era fútbol, no se podía hacer otro deporte. Nosotros agarrábamos una pelota hecha con medias de nylon y nos poníamos a jugar, sin zapatos, toda la tarde.
¿Qué te ha dado Corongo?
Muchas experiencias de vida. He vivido cosas increíbles. Por ejemplo, estar rodeado de gente que, antes de jugar su partidito de fútbol, se metía su porrito de marihuana. Y yo estaba sentado a su lado, mirando lo que ellos hacían. Felizmente, nunca me llamó la atención pues tenía mi formación muy clara. He visto corretear a los delincuentes a balazos en operativos policiales. He visto tanta violencia, situaciones que no ha vivido cualquiera.
¿Cómo escapaste a todo esto?
Gracias a mi madre quien, para mí, lo es todo. Yo sufro de mamitis porque, además, soy el último hijo. Mi objetivo fue siempre darle una casa y todas las comodidades posibles a mi familia.
¿Eres responsable, disciplinado, un profesional?
No soy perfecto, tengo mis cosas, pero cuando tengo que trabajar, trabajo; cuando tengo que tomarme una cerveza, me la tomo. No soy de las personas hipócritas que dicen: “No tomo, no bailo”. Yo soy como soy y así me he ganado el respeto de los demás.

¿Cuántas cervezas te tomaste después del campeonato que ganaste con el Aurich?
No las conté. Fueron muchas, pero con la familia. Y me las merecía pues, para mí, el 2011 fue magnífico. Puedo salir a la calle y decirles “misión cumplida”. El Aurich ganó el campeonato como lo hubiese hecho la ‘U’, con garra, con coraje, con fútbol, remontando el resultado adverso en Chiclayo y ganando en Matute y en el Nacional.
¿De qué tienes hambre para el 2012?
Quiero hacer una buena Copa Libertadores, mantener mi nivel y darle toda la alegría posible a la afición chiclayana. Después quiero volver a Universitario. Siempre se lo pido al ‘bravo’ (Dios), quien es mi representante.

AUTOFICHA

- Tengo tres hijos: uno de 12, otra de 5 y un belga, que tiene 8 años. Estoy en contacto con él, cumpliendo como padre. Y en Bélgica, por necesidad, aprendí el idioma.
- Cuando me retire no me arrepentiré de nada porque, cada vez que pude salir fuera, no lo dudé. Pocos jugadores peruanos pueden jactarse de esto.
- En el carro que me regaló la ‘Foquita’ me fui a Chincha a 200 km, suavecito nomás (ríe). Eso sí, siempre con cuidado.

Perú 21

No hay comentarios:

Publicar un comentario