En los 90 años de existencia de Juan Aurich se han enfundado la roja súper cracks que derrocharon talento en las canchas e hicieron que los hinchas del Ciclón vivan en eterna fiesta, ovacionando a sus ídolos.
El Ciclón fue cantera y cuna de grandes peloteros que después se consagraron en otros equipos. De la misma forma, incorporó jugadores desconocidos que, una vez en Chiclayo, se trasformaron y se convirtieron en leyendas y mitos del fútbol.
Eladio Reyes, por ejemplo, llegó siendo un chiquilín de Alianza Lima y con sus golazos, su clase, sus endemoniados driblings y fortaleza lo hicieron ídolo de la afición aurichista.
Reyes después paseó su clase en Colombia y México y se dio el lujo de jugar el Mundial de México 70, actando ni más ni menos contra Brasil, derrota peruana por 4-2. El "Gato" como lo conocía la hinchada, prestigió al Ciclón.
Quizás muchos hinchas digan que Reyes es el mejor jugador de todos los tiempos del Ciclón, sin embargo, hay otros muchísimos nombres de ídolos eternos que destacaron y brillaron que´sería larguísimo enumerar.
Pero Aurich también fichó a estrellas consagradas, satisfaciendo el fervor de los aficionados que disfrutaron del talento de esas notables figuras. Quizás en el Ciclón no repitieron lo que hicieron en otros equipos, pero nadie discute que prestigiaron al escuadrón rojo.
Juan Joya Cordero es un caso. Campeón de América y del mundo con Peñarol de Montevideo, ex jugador de River Plate argentino e idolatrado como un Dios en el fútbol charrúa, alternó en Aurich como jugador y entrenador en 1971. "Negro al once" como lo bautizaron los periodistas uruguayos no jugó mucho en Aurich y estaba en las finales de su carrera, sin embargo acaparó miradas internacionales.
También hizo dupla con Eladio Reyes, haciendo las delicias de los aficionados cuando se juntaban en el ataque.
Joya siempre quedó maravillado del cariño que le tributaba la afición aurichista.
Siempre que era entrevistado por los periodistas, el habilidoso puntero izquierdo de entonces, decía emocionado que uno de los momentos más grandes de su trayectoria la vivió en Juan Aurich.
El cariño que le brindó la hinchada roja, fue incomprable. Juan Joya fue ídolo y estuvo a un tris de clasificar a la Copa Libertadores.
Julio Meléndez, a diferencia de Joya, si brilló en Aurich. "El peruano y su ballet", estrella máxima de Boca Juniors recaló en el Ciclón también en la recta final de su trayectoria, pero Chiclayo le dio un nuevo soplo, tal que fue caudillo y capitán, referente y figura aurichista.
Meléndez fue además un caballero dentro y fuera de las canchas y aún hoy, cuando se le pregunta al gran ex jugador boquense sobre Aurich se emociona y hasta deja perlar algunas lágrimas de la emoción que le embarga por el equipo rojo.
Meléndez, que brilló previamente en Tumán, era calculador, frío, majestuoso, elegante con el balón. Un defensa colosal, fino y sobre todo gran caudillo.
Con Meléndez como capitán, Juan Aurich consiguió el triunfo más grande a nivel local de toda la historia: el sensacional 6-1 a la "U" en el estadio de Alianza Lima en 1975.
Meléndez fue campeón sudamericano con Perú en 1975.
Es considerado uno de los mejores defensas peruanos de toda la historia. Y eso habla a s claras de lo que fue, en la cancha, este inigualable maestro.
Con Meléndez Aurich estuvo hasta en dos ocasiones cerquita de clasificar a la Libertadores.
Juan Seminario tampoco destacó mucho, sin embargo, el "Loco" dejó huella en las filas aurichistas. Llegó luego de brillar de España, aclamado del viejo mundo y tras un paso fugaz en Grau de Piura, logró alborotar a los hinchas rojos y junto a Eladio Reyes formó una dupla poderosa. Al igual que Joya hizo poco pero impactó mucho en la fanaticada.
José Navarro, mundialista en Argentina 1978 y por muchos años el mejor lateral derecho del fútbol peruano, también jugó los descuentos de su carrera en Juan Aurich. Campeón sudamericano en 1975, a Navarrito, como le decían, nadie e discute su entrega y coraje, pero lo que más celebra la hinchada es su cariño al Ciclón. Fue tal la manera que se identificó al equipo que lo acompañó en el descenso y jugó el denominado certamen intermedio con el mismo coraje que lo hacía en Municipal o Cristal, los equipos donde alcanzó fama.
Y qué decir de Pedro "Perico" León. El formidable delantero rojo es considerado uno de los mejores atacantes que tuvo Aurich en su historia pese a que jugó muy poco en el Ciclón.
"Perico" León, incluso es infaltable en los ránkings de lo veteranos hinchas aurichistas ubicándolo junbto a Eladio Reyes. Y eso que estuvo prácticamente de paso pero dejó una huella imborrable.
Otros dos mundialistas de México 1970 que llegaron al Aurich fueron el pundonoroso volante Luis Cruzado y el aguerrido defensa Orlando "Chito" de la Torre.
Al "Colorado le correspondió, en 1974, afrontar una dura tarea de salvar al Ciclón del descenso, cuando el gobierno militar dispuso la realización de un torneo con 24 equipos y Aurich debió revalidar con Tumán y luego con Torino y Melgar, la clasificación al Descentralizado.
Capitán y entrenador del equipo Cruzado cumplió y mantuvo al equipo en Primera División.
De la Torre, fuerte, corajudo, implacable, llegó al Aurich para hacer dupla con Meléndez. Lamentablemente "Chito" ya estaba en finales de su carrera y tampoco destacó mucho.
Sin embargo, De la Torre quedó prenddado de Chiclayo que volvió varias veces como entrenador, imponiendo siempre su férrea disciplina y coraje la misma que lo coracterizó en las canchas de juego.
Y así como ellos, muchísimos jugadores prestigiaron al Aurich a lo largo de estos 90 años bien rojos que celebra el Ciclón.
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