Qué curioso. Cristal y Alianza definían al campeón del Clausura y casi listos para saltar a la cancha vetaron el Estadio Nacional y se fueron a jugar a Arequipa.
Para nadie es un secreto que Alianza Lima llegaba más motivado al duelo que los cerveceros que no habían podido ganar dos partidos seguidos y habían perdido gran chance de ser campeones, pero justito se armó todo ese show.
Ahora, a pocas horas del duelo entre Aurich y Cristal, nuevamente salen con que no hay garantías y que por ende no hay partido.
El gran perjudicado es Aurich. Las noticias de que no puede jugar de local, afectan la interna del Ciclón, desconcentran al equipo y le da una mayor presión de que, jugándose en otra cancha, debe ganar igual como si lo hiciera de local. Es un peso extra en las mochilas. Eso se llama guerra psicológica.
¿Entonces, quién está detrás de todas estas movidas? El fútbol no puede estar sujeto a intereses creados. Los resultados son en la cancha, no con movidas tan extrañas como las que estamos viviendo.
Kike Ciclón
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ResponderEliminarNo basto la compra de árbitros que hizo Cristal para ganar o empatar partidos durante este campeonato, ahora imponen condiciones para agotar y aterrorizar a los jugadores y al pueblo chiclayano. Eres un gran "Miserable y Sucio" mal llamado Ministro.
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