Dos rendidores y aguerridos jugadores de Juan Aurich en 1972 y 1973: el recio defensa Orlando Lavalle, que imponía respeto en la retaguardia roja, y el volante defensivo José Lugo, mordedor, implacable y todo terreno en el Ciclón. Ambos provenían de Alianza Lima y eran tiempos que Aurich se reforzaba en forma conveniente, sin dejar nada al azar. ¡¡¡Cómo se extrañan esos años!!!
Al mercenario Tejada no lo extrañas
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