Nada que ver

Juan Aurich cayó sin pena ni gloria 2-0 con San Martín, por la Copa Bicentenario en Olmos. El Ciclón, pese a su entusiasmo, jamás fue rival para los albos quienes únicamente se dedicaron a contragolpear, a pararse bien en la retaguardia, dejar que el equipo rojo se gaste y llevarse el triunfo en forma merecida.

 Aurich jamás tuvo forma y argumentos para batir al portero Diego Penny quien se convirtió en un paredón infranqueable para Jair Córdova y compañía.
Los problemas económicos, sin duda, afectaron al Aurich y que deben agravarse aún más en los próximos días, a menos que los dirigentes pongan las barbas en remojo.
El Ciclón volvió a mostrarse carente de ideas, careciendo de un volante creativo y así, lo único que consigue es darle ventaja a los rivales como ocurrió ante San Martín.
Poquísimo público asistió a  las graderías, por la casi nula expectativa que despierta el certamen intermedio de las Ligas 1 y 2.

El duelo comenzó con un Aurich impetuoso. Sin embargo San Martín tuvo la mejor ocasión inicial  en los pies de Bolívar, sin embargo Cisneros respondió con acierto, al promediar los 10 minutos.
Hubo minuto de rehidratación para los jugadores de ambos elencos.
Jair Córdova pudo romper el empate, cerca de la media hora de juego, sin embargo su patadón se estrelló en un parante del arco santo.
San Martín solo apela a los contragolpes y se dedica a defenderse ante los embates rojos.
En el complemento, San Martín consiguió adelantarse en el marcador, en el minuto 20', por mediación de Héctor Bazán.

Demasiado premio para un equipo, como lo albos, que únicamente llegaron a Olmos a defenderse y apelar al contragolpe. Aurich, sin embargo, volvió a mostrarse con pocas ideas, sin nexo entre mediacancha y avanzada con menos peso que sus rivales de la Liga 1.
El tanto de Bazán fue un certero remate de derecha.
Aurich inició un desesperado e incesante ataque a la puerta rival, pero los blancos, sobre todo su portero Diego Penny, respondieron bien a los intentos rojos.
En un contragolpe santo, cinco minutos después, Bolívar amplió el marcador, derrumbando al Ciclón.
En el minuto 35 se fue expulsado Pérez, dejando al Aurich con un hombre menos.

Un mal partido de Juan Aurich, afectado por sus graves problemas económicos y ante un rival que no es ni fú ni fá, con pocas figuras, pero ordenado tácticamente y que demostró en la cancha olmana que hay mucha diferencia, pese a la carencia de jugadores de relevancia, entre la Liga 1 y la 2.
Una derrota que debe servir de campanada de advertencia para los dirigentes aurichists que las cosas no se están haciendo bien en la interna del club.