viernes, 3 de septiembre de 2021

¡¡¡Salud Ciclón!!!

¡¡¡Feliz cumpleaños, Ciclón!!! Hoy Juan Aurich apaga 99 velitas. Alcemos nuestras copas para brindar por nuestro querido Ciclón del Norte y renovar el compromiso de querer en las buenas y en las malas a nuestra querida institución. A partir de mañana, Aurich ingresa, ya, a su centenario, y por eso, como dice el tradicional cántico futbol, "cada día te quiero más", Ciclón.
Y qué mejor que hacer la fiesta por los 99 años, con mucha marinera y resbalosa, que evocando a los once grandes ídolos del Ciclón, aquellos que la hinchada tiene en el pedestal más alto de su devoción porque estos jugadores el alma y la vida en la cancha por la roja, hicieron tremendos golazos o protagonizaron formidables atajadas y derrocharon pundonor y vergüenza por nuestro amado Juan Aurich.


ELADIO REYES Y SU SEQUITO

Quién duda que Eladio Reyes es el mayor símbolo de Juan Aurich. Subcampeón nacional 1968, mundialista en México 70, guerrero a más no poder, incansable dribleador y goleador por excelencia. Y aquí lo tenemos en uno de sus grandes séquitos, en 1971, junto al formidable Andrés Zegarra, puntero bullido, intratable para los rivales, maravilloso centrador y muchas veces capitán del Ciclón; el gran Jorge Luis Charún, un abrazote hasta el cielo a este volante intuitivo, fino, mágico y efectivo que enalteció la roja con su coraje y entrega; el "Loco" Juan Seminario que cerró su brillante carrera deportiva en el Ciclón, mostrando la clase que deslumbró en Europa y por supuesto el goleafdor Francisco "Pancho" Gonzales, máximo artillero aurichista, el único que fue goleador dos años consecutivos en nuestro fútbol. Qué nombres, cuánta calidad, qué recuerdos. A aplaudir, señores, de pie.


"FLECHA" ARNAEZ

Otro gran símbolo de Juan Aurich, por el inmenso cariño que le tributó al Ciclón, jugando hasta gratis igual si fuera el mejor pagado del mundo, derrochando entrega y pundonor, el gran César Arnáez. Un puntero izquierdo veloz, de ponte remate que hacía ver estrellas a los arqueros rivales. Tuvo tantas etapas en el Ciclón, desde 1969, hasta las últimas de sus fuerzas, porque su cariño por la roja no tiene dimensión alguna.



"PERICO" LEÓN

Una sola temporada bastó a "Perico" León para convertirse en ídolo y referente de Juan Aurich, en 1976. Goleador, cien por ciento ofensivo, nos regaló golazos de rompe y raje en el Elías Aguirre. Y en años de vacas flacas para el Ciclón, se dio íntegro por la roja, empujó al equipo como nadie y lo hizo protagonista, pese al deterioro económico del club. Porque "Perico" se encariñó tanto del Ciclón que su esfuerzo y dedicación lo encumbró al estrato reservado únicamente para los grandes ídolos de la roja. Y allí está Pedro León García, el gran "Perico".


EL "CHOLO" NEGRETE

Ever Negrete representa a todos los chiclayanos. El "Cholo" huerequeque neto, abanderado de la Ciudad de la Amistad, hijo predilecto de todos los barrios de Chiclayo. Dribleador, pericotero, hábil, goleador, cimbreante como las olas de Pîmentel o Santa Rosa. Salvador de mil batallas desde que se enfundó la roja en 1977. Negrete es más que ídolo en el Ciclón del Norte, es héroe, porque representa fielmente al orgullo de Naylamp o el Señor de Sipán, al coraje Mochica o Lambayeque. Negrete simboliza, señores, al Juan Aurich.



EL "PANA"

¡¡¡Salud, "Pana" Tejada!!! y palmas señores, para este goleador de tantísimas alegrías, campeón nacional en 2011, corajudo como ninguno, brillante en la cancha, caballero fuera de los campos, orgulloso de vestir la roja y amante de Chiclayo, tanto que considera la Ciudad de la Amistad su segundo hogar. Tejada vino entre dudas y se fue del Juan Aurich convertido en ídolo, referente y símbolo de nuestro querido Ciclón,  peleándole la categoría de mito sagrado a Eladio Reyes. Porque el "Pana" fue eso en su gigantesco paso por Juan Aurich: un ser mitológico que calzado en chimpunes hizo deslumbrar mucho más la gloriosa roja que tanto amamos.



"CUTO" CAMPEON

Luis Guadalupe levanta el trofeo que acredita a Juan Aurich como campeón nacional. "Cuto" en su segunda etapa en el Ciclón, se dio el gustazo de levantar la Copa, estampando la estrella dorada en la gloriosa chompa roja aurichista. Guadalupe fue un gigante en el equipo de Diego Umaña. Caudillo, eficiencia, fuerza y respeto en la retaguardia. El título de 2011 se gestó desde atrás, con el liderazgo de Guadalupe y su fe que hizo que se consiguiera la vuelta olímpica. "Cuito" pertenece a la exclusiva y selecta pléyade de ídolos de ídolos del Ciclón.


"PERRITO" VILCHEZ

El símbolo de la garra aurichista la tiene el gran Augusto Vílchez, el popular "Perrito". Pequeño pero gigante en guapeza y coraje, en amor a la casquilla roja. No tuvo otra chompa más que la del Aurich en su brillante carrera profesional. Célebre por sus duelos con Julio Baylón y subcampeón nacional 1968, "Perrito" Vílchez se ganó el cariño de los hinchas por su coraje a toda prueba. Jamás bajaba los brazos, nunca renunciaba al triunfo y siempre se daba íntegro a la marca.



EL GRAN JULIO MELÉNDEZ

Cuánta calidad en un solo jugador: don Julio Meléndez, el peruano y su ballet, derrochó su clase y talento en el Ciclón, su señorío en la cancha, gallardo y sobrio, seguro y eficiencia al máximo resumen al gran Meléndez quien, seguramente tiene el gran honor de ser el más aplaudido en toda la historia de Juan Aurich. Y en efecto, su fútbol era sinónimo de ballet, por la elegancia, por la seguridad, por los quites preciosos, por su sangre fría y su disciplina en el pasto. Qué deleite verlo jugar y qué maravilla de quites, dejando en ridículo al delantero contrario. Fue además entrenador de Aurich y estuvo dos veces a punto de ir a la Libertadores con el Ciclón. Gigante.


CHECHOOOOOOOO

Basta recordar su golazo a la "U" para que certificar lo que es Sergio "Checho" Ibarra: con el tabique nasal hecho pedazos, bañado en sangre, sin importarle el inmenso dolor, impulsado por su coraje y amor al Ciclón, "Checho" fue al ataque, cabeceó con el tabique roto y anotó un golazo a los cremas que hizo explotar al estadio Elías Aguirre. Y así siguió, sin importarle el dolor, impulsado únicamente por su algarabía, y se unió al grito de la hinchada que lo idolatraba ebria de su clase, para festejar su golazo, con el rostro ensangrentado. Porque así es el amor al Aurich. Nada importa, todo vale. Hasta hacer un gol con la nariz rota. Y lo hizo "Checho" Ibarra, el goleador de goleadores que, como lo ha dicho él mismo, tuvo el gran honor de jugar por el Ciclón. Palabra de goleador.


PEQUEÑOS GIGANTES

Nemesio Mosquera y Próspero Merino ahora hacen las delicias de los ángeles en las cancha del paraíso. Y en esos estadios celestiales repiten cada domingo la misma magia que encandilaba y divertía a los mortales. Pícaros, bullidores, dribleadores sin igual y talento a raudales. Héroes en el subtítulo nacional de 1968. Mosquera, la travesura hecho fútbol, y Merino, el mago de los penales, el hombre de los goles imposibles, el legendario futbolista que shoteaba las penas máximas poniéndose previamente de espaldas, ambos pertenecen al libro de oro de Juan Aurich. Salud hasta el cielo de todos los aurichistas, por Nemesio y Próspero...



EL FLACO MARAVILLOSO

Fue en Chile, ante la Universidad Católica, en la sensacional victoria aurichista por 2-1, que el mundo entero certificó la calidad y talento bajo los palos del "Flaco" Francisco Mendoza. Espectacular, seguro, elástico, intuitivo y maravilloso, así tapó esa noche Mendoza. En esos 90 minutos, Mendoza fue el mejor arquero del mundo, más que Yashin, Maier o Carrizo. Y esa actuación lo iluminó siempre las veces que estuvo en el arco aurichista dándose íntegro por el Ciclón. Por eso, es también, un ídolo inolvidable de nuestro club.

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