Juan Aurich apunta diferente. El Ciclón bajo el mandato de Edwin Oviedo, tiene como meta convertirse en un club modelo a nivel de Sudamérica, a la par de River Plate o Boca Juniors o más cerca, Cristal, que cuentan con todo lo que se requiere para ser una verdadera institución deportiva.
La contratación como gerente de Antonio García Pye tiene ese fin. Consolidar al Ciclón y hacer de nuestro querido club, una institución fuerte y sólida.
García Pye ya anunció como primer paso que a fines de mes Aurich se transformará en Sociedad Anónima, lo que hará que el Ciclón se mueva con capitales. Esos días de antaño de mecenas, parrilladas, colectas para los pasajes serán sólo un recuerdo.
La construcción de una Villa Deportiva realmente entusiasma. "Contaremos con gimnasio, concentración, canchas reglamentarias, sede administrativa", enumera García Pye con el mismo entusiasmo que contagia a todos los chiclayanos.
Las labores con las divisiones menores será fundamental. Aurich ya tabaja con jóvenes y niños hace buen tiempo, pero falta la consolidación definitiva, contando con una cancha permanete para que los chicos concurran ávidos de ponerse la roja.
Para ello, dijo García Pye, se contratará a profesionales chiclayanos, en especial las glorias del Ciclón que nos dieron tantas alegrías al pasado.
La Villa Deportiva de Juan Aurich está aun en proyecto, no hay terreno definido, sin embargo existe voluntad de las autoridades políticas para colaborar con la donación de un parque zonal o la adjudicación de un terreno apropiado.
Y aunque ahorita parezca utópico, la construcción de un estadio propio para Aurich está en agenda. Una primera etapa de hasta 12 ó 15 mil aficionados no es exagerado. Luego se pensaría en una ampliación hasta 25 mil y llegar al límite de 42 mil hinchas. Pero eso sería a largo plazo, de acuerdo a los estudios de la actual directiva aurichista.
En el Perú son pocos los equipos que cuentan con infraestructura adecuada. Estos proyectos aurichistas harían que el Ciclón se convierta definitivamente en grande y pelee codo a codo con los gigantes del continente.
El proyecto es ambicioso, es cierto, pero Edwin Oviedo quiere dejar obra en Chiclayo. Ha encontrado todo a su favor: pasión por Aurich, multitud de hinchas rojos, tradición en el Ciclón y lo que es más importante, apoyo de Chiclayo.
Aurich, por muchos años, fue mendigo. Sin cancha, sin plata, sin divisiones menores, pero desde la refundación a cargo de Juan Merino, las cosas se miran diferente. Con el apoyo de los aurichistas, el Ciclón está allí, listo para su triunfal retorno a una Copa Libertadores. Habla de por sí, de lo que es el el equipo rojo ahora.
Un modelo a seguir. Aurich piensa en grande. Y con base y apoyo. No son quiemras o sueños imposibles. Son realidades. Por eso, el proyecto Ciclón hará de nuestro querido equipo, una verdadera institución.
Kike Ciclón
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