El partido Aurich-Cienciano presentó dos caras definidas del Ciclón: el primero un equipo arrollador, impetuoso, goleador tal como se mostró en los primeros 30 minutos y luego desde los 20 minutos del complemento y otro dubitativo, errático, sin orden y con una pésima defensa que propició los dos goles cusqueños y que, en los primeros minutos del segundo tiempo, por poco permite el empate rival.
El 5-2 ante Cienciano entusiasma y motiva cuando Aurich se transformó en una máquina arrolladora. Y responsable de ese accionar fue el colombino Ricardo Ciciliano. Motivado como nunca, "Zizou" se sacó el clavo y volvió a los meses de la Copa Libertadores para regalarnos un festival de toque, buen fútbol, rabonas y goles.
Ciciliano fue el conductor del Aurich y viéndolo jugar tan bien, la gente en las tribunas comentábamos cómo no juega así todo el torneo. Porque "Zizou ha tenido unas tardes negrísimas y para el olvido, jugando con desgano. Pero el que actuó ante Cienciano fue diferente.
Tejada también estuvo en una tarde feliz anotando dos goles mientras Ascoy, Manco y Chiroque se inspiraron como nunca en sus travesuras, sobretodo "Rei" deseoso de al fin ganarse el corazón de los chiclayanos.Ese es el Ciclón que todos queremos ver. Ofensivo, pícaro, funcional, con Ciciliano convertido en un motor de juego, los goles de Tejada y las corridas de Chiroque y Manco amén del golazo que hizo Ascoy.
En cambio ese Aurich dubitativo que casi empata Cenciano debe acabar para siempre. Suárez debe reforzar esa defensa, mejorar esa línea de contención (ojalá Rinaldo Cruzado la haga) y tratar de mantener ese ritmo arrollador que vimos ante los incas. Así, con esos argumentos, el Ciclón arrasará a todo mundo.
Kike Ciclón
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