Luego de una nohe inolvidable, con sabor a marinera, muchos goles, biuen fútbol y sobretodo disciplina táctica, fino toque y filigrana, ahora sólo ns queda decir ¡que venga Alianza! para también meterle su catana.
Todos estamos locos, locos, locos con el sensacional espectáculo que brindó Juan Aurich ante Boys. Qué fútbol, qué toque, qué ambición ofensiva. Los rosados, si bien con algunas bajas importantes, no dejó de ser un rival peligroso pero el Ciclón estuvo diablo y por eso el 5-0.
Ojalá, sí, la actuación ante los rosados no sea flor de un día. Aurich hizo el fútbol que todos esperamos, es decir ofensivo, sin miedo y con orden. Son dos cosas. O Umaña se despojó de sus temores o los jugadores se emanciparon e hicieron lo que deben hacer en la cancha: anotar goles.
Cruzado estuvo en una noche pletórica, repartiendo pelotas por doquier y ayudando en la marca. Un jugador de cuatro pulmones que es un lujo en las filas aurichistas.
Mauricio Montes también acalló muchas críticas y anotó tres goles. Esperemos que siga con esa racha frente a los aliancistas.
Aurich está en condiciones de ser el líder del campeonato. Y para ello hay que ganar a los grones. El duelo es complicado. Aparte de ser un choque de invictos, los íntimos están también motivados.
Confiemos en este nuevo despertar de Juan Aurich. El rojo pintó la noche del Callao con sus toques y marinera y a los hinchas nos toca ahora llenar el Elías Aguirre y alentar al equipo de principio a fin para verlo encaramado en el primer lugar de la pizarra.
Esperamos, además,que Umaña se de cuenta que esa es la fórmula para ganar los partidos: atacar sin miedo.
Ferreñafe
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