No fue, pues, una actuación descollante a que cumplió el equipo y por el contrario, dejó la sensación que los
aurichistas pudieron haber dado más en la cancha, limitándose, finalmente, a hacer lo necesario para liquidar al rival.
Los goles pueden valer mucho en la definición con Alianza Lima y eso también es valioso en la victoria del Ciclón medianamente convincente.
Goyeneche tuvo poco trabajo, pero las veces que fue exigido respondió. Céspdes y Cuba lucieron ganosos, proyectándose en forma constante y llevando eleigro, aunque el primero estuvo demasiado desordenado e inefectivo en sus centros.
Ramos y Balbuena no tuvieron, tampoco, mucho trabajo, aunque en el complemento, cuando Aurich bajó las revoluciones se vieron complicados ante el entusiasmo de los contrarios.
Rojas hizo un buen papel en la contención, ratificandoque hizo mucho falta en la racha de cinco partidos sin ganar que tuvo el Ciclón en tanto que Vílchez tuvo más vocación ofensiva, aunque sin fortuna en sus intentos.
Merino lució con muchas ganas, empeñoso, pero poco acertado y Pacheco hizo dos goles al igual que Rengifo, lo que sobra y basta para firmar sus respectivas actuaciones.
Overlar en cambio, como nunca, estuvo opacado, con poco brillo.
Cummings ayudó en la marca mientras que Mariño aquietó las cosas en los minutos finales. Viza entró con ganas aunque aportó poco.
La goleada sirve, para empezar, cortando la mala racha y a lo mejor, teniendo fe, puede ser decisiva en una definición de goles con los aliancistas.
Ferreñafe
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