sábado, 14 de junio de 2014

Sin brújula

Aurich no tiene brújula, juega a la nada, no hay orden en la mediacancha y carece de un diez. JuanCarlos Mariño ratificó en el Mansiche que no aporta nada de nada a favor del equipo y en esa desconexión que existe entre Pachecho, Ovelar y Rengifo con la volante,  está la enfermedad que está matando al Ciclón.
El equipo no juega a nada. La volante no existe porque Mariño y más antes Merino no cumplen con ser el motor del equipo. Y así, sin que haya alguien que genere ataques, que haga la pausa, maneje los tiempos, explote a Rengifo u Ovelar, Aurich terminará por las patas de los caballos.
El "Búfalo" se la pasa pateando al arco, Rengifo choca con todo el mundo y Pacheco espera un tiro libre para buscar el tanto salvador ¿eso es táctica? ¿eso es jugar fútbol? Eso se llama nada y todo radica porque no hay quien conecte el medioterreno, el corazón de un once de fútbol, con el ataque.
Y si lo sumamos con una defensa endeble, falto de reacción y los laterales que meten pelotazos ni ton ni son, no esperemos, pues, milagros.

Rivandeyra lo hizo bien. Tapó muchas bolas peligrosas y fue vendido por su defensa. No tuvo culpa en la derrota. Cuba y Céspedes, como subrayamos, solo saben meter balonazos sin dirección y su aporte es realmente nulo.
Cummings y Balbuena estuvieron mal, fallaron en los goles poetas y demostraron demasiada fragilidad. Rojitas, a su vez, fue el gran sacrificado en un equipo sin alma ni entrega. Vìlchez estuvo desconocido.
Mariño fue un cero a la izquierda al igual que Pacheco que no aportó nada de nada y Rengifo y Ovelar  no pudieron hacer nada frente a la bien plantada defensa rival.
Guerrero, Viza y Noronha, que ingresaron, tampoco hicieron gran cosa.
Feo panaroma se cierne en el futuro de Aurich. Y es que sin brújula, simplemente se está a la deriva...

Pepepe

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