EL GRAN FLACO MENDOZA
La noche mágica de Chile. En el verano de 1969, Aurich, subcampeón nacional 1968, le ganó 2-1 a la Universidad Católica en el mismo Santiago, en la Copa Libertadores. Y el gran héroe de esa épica jornada bendita fue el arquero Francisco Mendoza, el inolvidable y querido flaco, que detuvo de todo. Fue su consagración.
RIVAL DE LA SELECCION
Tanto corazón, entrega, pasión y coraje tiene Aurich que la selección peruana de fútbol lo eligió no una sino muchas veces de sparring. La escena es de 1970, cuando la blanquirroja se despidió del país para jugar el Mundial de México y qué mejor que hacerlo en Chiclayo ante Aurich. Ante el árbitro Enrique Labó, cambian banderines Luis Pau, capitán del Ciclón y Héctor Chumpitaz.
EL PODER DEL CORAZON
Cuando Aurich se quedó sin apoyo económico, sus jugadores sacaron a relucir su enorme cariño y corazón por el Ciclón. Sin recursos, muchas veces impagos, los aurichistas siempre se crecieron al castigo. Como en 1975 que revalidó y superó a Piérola y Ormeño y en el Descentralizado fue un gigante, asustando a todos los grandes. Gonzalo Cayo, Julio Meléndez, Manuel Mellán y "Canuto" Cadenillas salen a la cancha para darle otra alegría a los aurichistas.
CHICLAYANOS
Partido de 1978 contra Municipal en el Estadio Nacional. Eduardo Cosmópolis, trajinador como siempre, frena el ímpetu edil. Fue el año mágico de la aparición de Cosmóplis y Ever Negrete, chiclayanos al cien por ciento y que dieron muchas alegrías a la fanaticada del Ciclón.
TREMENDA DUPLA
De pie, señores: en la escena, el formidable Juan Joya Cordero, "negro el once", ídolo de ídolos del Peñarol uruguayo, y el mago de los penales, el infalible Ricardo López Lavalle. Fue en 1970, el Ciclón maravilla otra vez con su fútbol de embrujo, asustó a los grandes, finalizando en el tercer lugar.
PERICO LEON
Y ya que hablamos de grandes jugadores que han vestido la camiseta de Juan Aurich qué mejor que evocar al sensacional Pedro "Perico" León, el notable delantero, mundialista en México 70, quien hizo delirar a los hinchas del Ciclón con sus golazos en 1974. Chiclayo no olvida sus golazos de cabeza en el Elías Aguirre que hacía brincar a todos de contentos.
IVAN, EL TERRIBLE
En 1997, Aurich cabalgó desde la remota liga chiclayana, ganando todo, jugando en canchas imposibles, rivales implacables, árbitros parcializados, hinchadas agresivas, hasta la finalísima de la Copa Perú que alzó con mucho orgullo y satisfacción tras casi 100 partidos a cuestas. Y uno de los héroes de esa hazaña fue el arquero Iván Chávez, el terrible, que se dio el gusto hasta de marcar de penal ante CNI, en la goleadaza de 7-1.
SIEMPRE PRESENTE
Y la hinchada allí, el público chiclayano respaldando a su querido Ciclón, colmando el Elías Aguirre, aplaudiendo sin cesar, rugiendo cual león. Porque Aurich y su público son uno solo, por los tiempos de los tiempos.
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