El nuevo fracaso de Juan Aurich en la Liga 2 que lo obliga a jugar por tercer año consecutivo en la división de ascenso, a tan solo dos años de su centenario, ha provocado un clamor unánime en toda la hinchada roja: queremos nuevos aires en el Ciclón del Norte.
Responsable principal de esta nueva debacle es el presidente César Alva, quien junto a su mano derecha, Willliam Pichling, no han sabido llevar a buen norte al Ciclón y, sumado al descenso en 2017, solo han logrado cosechar sinsabores y amarguras al frente de nuestro querido club.
El colmo de su incapacidad fue perder la localía en el partido definitorio ante Atlético Grau aceptando la imposición de la televisión por cable de llevar el partido a Trujillo, traicionando a la hinchada roja que alistaba pulmones para alentar al equipo en su decisivo duelo con los piuranos.
¿Por qué Alva y Pichling no se va del Ciclón con tantos fracasos de por medio? ¿Por qué la familia Oviedo, que sigue siendo dueña del club pese a la situación procesal que afronta el principal accionista Edwin Oviedo, no ordena la destitución de esta nefasta dirigencia? Son preguntas que se hace la hinchada y que ve impotente al Ciclón de fracaso en fracaso, entornillado en la Segunda División, mientras otros festejan el ansiado anhelo de estar en la Liga 1.
Una lástima que Aurich se maneje de esta forma. Hay dirigentes, empresarios que quieren tomar al club, sin embargo continúan las mismas personas que solo saben sumar derrotas y decepciones.
¿Y lo del mexicano José Luis Martínez? Apareció haciendo mucha bulla con la intención de comprar al club sin embargo salió afirmando que las negociaciones estaban entrampadas por la situación legal de Edwin Oviedo. Entonces ¿ este empresario vino a comprar un club a tientas y ciegas? ¿no sabía del producto que iba a comprar? ¿iba a gastar un millón de dólares en algo que ignoraba cómo era su situación legal? Es decir, llegó a Chiclayo sin mínimas nociones de compra y venta de un club o de una propiedad legal. Increíble.
Ojalá Martínez compre al Aurich, si es que puede hacerlo, y no quede en la imagen que fue utilizado para cubrir el actual manejo que tiene el club.
Empieza el 2020 y el clamor de los hinchas aurichistas es uno solo: fuera Alva.
César Alva debe aceptar que es un mal dirigente deportivo y que no tiene suerte manejando un equipo de fútbol. Las derrotas, que incluye el descenso, son lastres que carga sobre sus hombros y es momento que cante el adiós, junto a William Pichling.
Comparto. Esa idea. Fuera Alva y su conjunto. Y que entre un dirigente que sepa desarrollar un buen trabajo. El ciclon necesita urgente estar en primera. Además para el próximo año
ResponderEliminarYa tendrá como esenaio dueño de casa. Al Elías Aguirre. Donde es casi seguro tendrá todo el respaldo de todo los chiclayanos.( Buenas taquillasñ.)