Si bien es cierto que un dirigente del fútbol amateur afirmó que hay la posibilidad de que la Copa Perú se juegue en octubre, con la intervención de los equipos que clasificaron a la etapa nacional en 2019 para "ahorrar tiempo", descartando de plano las ligas e interligas, lo cierto que tanto el fútbol macho como la Liga 2 que acoge a nuestro Juan Aurich, siguen en la incertidumbre si es que saldrán a la cancha o no.
Haciendo un repaso por los Facebooks de los equipos que deben animar la Liga 2, vemos que ninguno se alista, menos dan signos de vida y peor aún no hay siquiera indicios de someterse a las pruebas moleculares. Estando en julio, los tiempos se convierten en demasiado estrechos como para desarrollar el torneo.
Lo bueno es que son solo diez equipos los participantes en la Liga 2, es decir 18 fechas por jugar que abarcaría tres meses, jugando algunos miércoles, y proclamando al campeón sin necesidad de un play off, para culminar en diciembre.
La esperanza para Aurich y los demás clubes en la afirmación que habrán cuatro descensos en la Liga 1 que equivale a dos cupos para la temporada 2021, a menos que los dirigentes de la FPF y la Primera División estén pensando en un certamen de 16 equipos para el próximo año como "recuperación de los últimos estragos de la pandemia". En ese caso todos quedaríamos con los crespos hechos.
En la Liga 2 nadie dice esta boca es mía. Juan Aurich, por ejemplo, emitió un comunicado afirmando que todo comentario que no es de su puño y letra no vale, ratificando que está en nada, sin jugadores ni técnico. El resto de equipos dejó de pagar sus planillas y todo ha quedado en sombras e incertidumbre, sin que se avisore una luz de esperanza.
Queda un tiempo estrecho, pero tiempo al fin para realizar el torneo de ascenso. Pero la luz verde ya debió encenderse y no esperar, como es mala costumbre en nuestro fútbol, la hora undécima para hacer las cosas a la prepo.
Kike Ciclón
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