Porque este Millos, con los dirigentes Juan Carlos López y Luis Augusto García a la cabeza, es como ese refrán que dice que "mal le paga el diablo a quien bien le sirve".
A Ricardo Ciciliano, el tipo que condujo a Millonarios a su último momento de gloria con las semifinales de la Sudamericana en 2007, lo tienen parado. Ciciliano por fin consiguió un contrato en otro país e iba a jugar la fase previa de Libertadores con el Juan Aurich peruano, pero López le mandó decir que si no quita la demanda que puso reclamando los tres meses de salario y seguridad social que le debe el club, no manda el transfer. ¡Qué delicia: sólo juegas si te haces el pendejo con 100 millones de pesos que te debemos!
Mejor dicho, este Millos es más que mala paga, es vengativo cuando alguien exige sus derechos y reclama su salario o su puesto en el equipo. Lo curioso es que la Asociación Colombiana de Futbolistas, que gallardamente pelea por los derechos de todos los jugadores de los otros equipos (cosa que aplaudo), cuando se trata de Millos nunca dice ni pío...
Mejor dicho, este Millos es más que mala paga, es vengativo cuando alguien exige sus derechos y reclama su salario o su puesto en el equipo. Lo curioso es que la Asociación Colombiana de Futbolistas, que gallardamente pelea por los derechos de todos los jugadores de los otros equipos (cosa que aplaudo), cuando se trata de Millos nunca dice ni pío...
Escribe: Alejandro Pino Calad editor de la revista Fútbol Total.
Tomado de futbolred.com
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