Qué emoción provoca recordar esos dos goles. El misil de Ricardo Ciciliano y la exacta definición del "Matador" Tejada. Se me pone la piel de gallina, me emociono hasta las lágrimas pensando y repasando los goles. Porque ese es el Aurich que todos queremos ver: ganador, arrollador, contundente y goleador.
Como bien dice aurichista, debieron ser más goles. Pero el fútbol es así. Pedro Ascoy sintió el manazo del rival y se tiró, pensando en el penal. Su intención fue buena, pero el árbitro no lo vio así y como ya tenía amarilla, se fue a los camarines.
En ese instante Ascoy pensó únicamente en lo mejor para el Ciclón y falló, pero el fútbol es así. En una milésim de segundo todo pasa.
Ganamos 2-0 y debió ser 5-0. Nos quedamos cortos. Sin embargo, impota sumar, ganar y estar allí. Ahora la tarea es ganarle los dos partidos seguiditos que tenemos con los aliancistas para clasificar. Tarea que, mire por donde se le mire, no es imposible.
Qué bien lo de Diego Morales. Espectacular. Una garantía en los palos. El argentino cada vez más se agranda en el arco y ante lo bolivianos, estuvo simplemente genial cuando en el complemento se inclinó la cancha y Bolívar atacaba con un hombre más.
Grande Tejada. Qué manera de abrir la cancha, qué manera de encarar, qué buena definición. Y pudo consagrarse si anotaba esa media vuelta tras acomodarse con el pecho que se fue arriba. Allí, si anotaba, el árbitro hubiera tenido que terminar el partido ¿eh?
Grande Tejada. Qué manera de abrir la cancha, qué manera de encarar, qué buena definición. Y pudo consagrarse si anotaba esa media vuelta tras acomodarse con el pecho que se fue arriba. Allí, si anotaba, el árbitro hubiera tenido que terminar el partido ¿eh?
Lo de Manco también fue bueno, encarador y desequilibrante. Lamentablemente salió lesionado y esperemos no sea grave.
Y Ciciliano realmente notable. Su zapatazo fue letal tanto que a Arias le quemó las manos. No entendemos el cambio de Suárez en el complemento y cuando reparó que el Ciclón se quedó sin motor apeló a Franco Mendoza que volvió a equiparar las cosas y frenar el ímpetu rival.
Y es que cuando Suárez sacó a Ciciliano, Aurich se quedó sin ideas, regaló la cancha y permitió la avalancha contraria. Afortunadamente la defensa y la contención actuaron de lo mejor, cumpliendo cabalmente su labor.
Rivas demostró con creces que su contratación es justificada ni qué decir de Guevara Tinoco que sacó cara por la estirpe huerequeque.
Mendoza, Zúñiga y Chiroque que ingresaron en el complemento, hicieron lo suyo y también colaboraron para este importante triunfo rojo.
Se ganó y basta. Disfrutemos este triunfo copero y revivir otra vez esos goles rojos. Realmente que es para gozar.
Kike Ciclón
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