Faltan once fechas por jugarse en el Descentralizado para pasar, luego a la liguilla de pares e impares. Juan Aurich sabe lo que significa eso. El año pasado, cuando el título estaba al alcance de las manos, se perdieron puntos claves, hubo problemas internos en el comando técnico y terminamos terceros, después de haber comandado casi todo el torneo.Las cosas se están dando en forma parecida: estamos perdiendo puntos claves en partidos que deben ganarse ya sea de local o ante el colero, como Alianza Atlético, hay líos internos (llámese Reimond Manco y su contrato y vida personal) y la hinchada que está fastidiada, por decir lo menos, de la labor del técnico colombiano Luis Fernando Suárez.
Llegar a la liguilla de pares o impares con una diferencia de puntos grande, haría imposible cristalizar el sueño de vuelta olímpica.
Por ello, Juan Aurich no puede seguir desperdiciando puntos como lo viene haciendo. Es hora que los jugadores despierten, pongan más garra y entrega y las cosas se enderecen en el equipo.
Si Suárez es incapaz de poner orden, de darle mayor jerarquía al equipo, entonces que se vaya.
La directiva debe reforzar al grupo para la liguilla, pero igual debe presionar al actual plantel a ser ganadores o de lo contrario su inversión en los octogonales sería para luchar un tercer cupo copero o la Sudamericana, algo así como premios consuelos.Aurich invirtió para ser campeón, pero estamos lejos de la punta. Y eso mortifica.
Por ello la invocación para que las cosas cambien en las fechas que se viene y el Ciclón haga honor a su apelativo y lo gane todo.
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