Tal como Juan Aurich jugó frente a Cristal, sí podemos ser campeones. Porque el Ciclón tuvo actitud y le sobró garra, practicó un fútbol vistoso, fue contundente y ratificó que tiene piezas de recambio fundamentales.
Puede haber sido flor de un día porque Aurich venía jugando mal, pero de la misma forma puede tratarse de un segundo despertar, el decisivo, en la marcha hacia el campeonato.
Ojalá que Umaña mantenga esa filosofía en las fechas que restan del torneo y sobre todo en los play off frente a Alianza Lima, a de un equipo corajudo y ganador como el que vimos ante los cerveceros.
Tras muchas idas y venidas, Umaña encontró la fórmula ideal para agradar y ganar. El colombiano prefirió restarle figuretismo a jugadores como Merino o Manco que no aportan gran cosa, y optó por un cuadro de obreros, donde todos marcaban, corrían y luchaban. Ciciliano, pese a que estuvo bastante bajo en su nivel, no se cansó de presionar, marcar, corretear a los contrarios y dio gusto su entrega. Pese a no ser el cerebro del equipo, "Cici" fue un peón más en el ajedrez de Umaña.
Noronha sumó minutos para la bolsa. No gravitó y es lugar para Sheput de gran labor en el segundo tiempo frente a los celestes. Igual "Comba" Cueto que entró ganoso, con muchas ganas de hacer las cosas bien.
Si el equipo sigue jugando como lo hizo ante los celestes, el título es rojo, la primera estrella en la historia de Juan Aurich. De eso estoy seguro.
Pero tampoco podemos irnos a as nubes. El equipo debe ratificar eso ante Cienciano ese fin de semana. Cuidado que las caídas en casa son muy dolorosas en el ánimo del grupo.
Alianza Lima nos espera en balcón. Nos falta un triunfo más y la clasificación estaría segura. Y el gran paso hacia los play off es ante los cusqueños. Ese día Aurich debe soplar más que nunca.
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