Juan Aurich se juega hoy el todo o nada en sus sueños de salir campeón. Está obligado a ganar para forzar a un tercer partido en el Estadio Nacional. Una derrota o un empate será fatal para el Ciclón.
No hay más alternativa que ganar. Todas las opciones se agotaron con la derrota sufrida en Chiclayo. Si Aurich quiere dar la vuelta olímpica, tendrá que ganar hoy, como sea, y luego buscar la hazaña en un duelo extra.
El lance que se juega desde las 4 de la tarde en Matute, con la conducción de Víctor Hugo Carrillo, es muy difícil para Aurich. El Ciclón la tiene todo cuesta arriba: la presión de ganar, jugar en cancha ajena, enfrentar a un rival que conoce su estadio y que está con la moral al tope y sobre todo tendrá el tiempo en su contra.
Para que Aurich remonte deberá jugar ordenado, con mucha concentración y fundamentalmente amor a la camiseta, lo que no se vio en el primer tiempo frente a los íntimos en Chiclayo.
Ojalá los jugadores entiendan que tras ellos hay miles de ilusiones aurichistas, anhelando la primera estrella en la historia del club y no se repitan infelices actuaciones como las de Renzo Sheput, Jorge Molina y Luis Guadalupe en la ida de los play off.
Umaña, para variar, está misterioso en su alineación y hay muchos nombres barajándose: Alfredo Rojas, Reimond Manco, Ricardo Ciciliano, Pedro Ascoy, Anderson Cueto son los nombres que salen a cada hora sobre la formación roja. Ojalá que el DT rojo, simplemente, sepa elegir.
La alineación aurichista sería con Penny; Guizasola, Guadalupe, Balbuena y Quina; Rojas, Uribe, Ciciliano y Chiroque; Ascoy y Tejada.
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