¿Qué se puede decir del partido de anoche? Aurich jugó mal, no tuvo orden, careció de ideas, extrañó a jugadores que no están y evidenció una alarmante falta de fútbol. Si el experimento con San Martín hubiera sido la semana pasada, no habría problema, pero a una semana del duelo con Inter, eso alarma y preocupa.
El Ciclón jugó a nada. Displicente en la mayor parte del juego, sin hilvanar llegadas, buscando demasiado el pelotazo y recargando las cosas al colombiano John Jairo Valencia que únicamente tuvo destellos y mostró, como el resto del equipo, que no está compenetrado.
San Martín ganó bien porque fue más equipo. Hizo lo suyo y se llevó el triunfo en forma estrecha porque fue todo lo que buscó. Aurich, en cambio, estuvo abúlico, aburrido, olvidado de la pelota.
Umaña tendrá que replantear muchas cosas. Si Tejada y Araújo son bajas, tendrá que buscar alternativas en Chiroque (ojalá se recupere) y en Caicedo que aunque anoche aportó poco, se notó su rapidez y desequilibrio. De lo contrario, Inter nos pasará por encima.
La defensa tampoco estuvo bien. Fleitas y Guadalupe tuvieron muchos problemas sobre todo con el chico Gutiérrez, habilidoso, suelto de huesos y deshinbido con la pelota en los pies. Se extrañó a Alfredo Rojas en la marca y es obvio que el Ciclón requiere de un conductor nato. Lástima la lesión de Araújo.
Guizasola y Quina vienen de una pretemporada exigente y estuvieron bastante duros en la salida. Es de esperar que en Porto Alegre, que se jugará al contragolpe, se suelten y abran huecos en esa defensa gaúcha.
Zúñiga volvió a ser el carrito chocón de siempre y Cueto, Molina y Montes no aportaron mucho.
Sí estuvo bien el chico Israel Kahn que demostró habilidad, potencia en las llegadas e hizo mejor tarea que Valencia.
La verdad que Aurich viaja a Brasil con más dudas que fe. El duelo ante San Martín demostró que los rojos están verdes.
Kike Ciclón
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