Lo más lógico es que Aurich no ganase a Internacional. Lo ilógico fue la manera cómo jugó el equipo, mal, metido en su cancha, apelando al juego artero y con los hombres equivocados en el campo.
La derrota duele más porque cuando Aurich se lo propuso llegó bien al área contraria, tocando, jugando a velocidad y desbordando por las puntas. Sin embargo el esquema tímido de Umaña, maniató al equipo que fue incapaz de conseguir un mejor resultado.
La derrota está en los planes de todos, es verdad, igual que en el duelo con Santos de visitante. Sin embargo, el Ciclón, con la inversión que ha hecho es para que haga mejor las cosas.
El ingrato recuerdo de la Copa Sudamericana donde el Ciclón fue eliminado sin pena ni gloria por La Equidad de Colombia, nuevamente emergió con la pésima actuación que vimos en Beira Río.
Diego Penny sí estuvo bien. Barajó varias ocasiones de riesgo y se le vió seguro y bien colocado. El mejor de la cancha.
Manuel Ugaz apeló demasiado al juego fuerte mientras que Nelinho Quina desbordó muy poco, aunque eso sí, cuando se proyectaba llevaba peligro.
Guadalupe y Fleitas tuvieron muchos problemas con los rápidos atacantes contrarios. La verdad, la zaga central no da confianza.
Guizasola estuvo perdido en su función de volante mientras César Ortiz se hizo expulsar tontamente. Culpa de Umaña por mandarlo a perseguir a patadas a D'Alessandro.
Molina hizo lo que pudo mientras que Valencia aportó poquísimo. Hasta ahora no se le ve absolutamente nada al colombiano.
Chioque sólo ofreció entusiasmo mientras que Zúñiga nunca pudo perforar la recia defensa contraria.
Kahn, Cueto y Caicedo sólo pusieron ganas que, dicho sea de paso, fue poco lo que se vio en el escuadrón peruano.
Esto recién comienza, es verdad. Y perder estaba en lo lógico. Sin embargo, hay que decir las cosas como son. Si Umaña continúa con sus miedos, el Ciclón será sólo ave de paso en esta edición copera.
Pepepe
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