Una de las mejores temporadas de Juan Aurich, en 1976, que estuvo a un tris de volver a la Copa Libertadores y donde sobresale, quemando sus últimos cartuchos, el artillero Walter Potozén, en su segunda y arrolladora segunda etapa en el Ciclón. Aparecido en 1973, Potozén fue un delantero aguerrido, bullidor y siempre goleador, uno de los ídolos de la afición huerequeque. En la escena vemos a Vargas, Monsalve, Olea, Stucci, Rubiños, Seminario y Carlos Perleche arriba y abajo Carranza, Echeandía, "Muchachito" Guerrero, Loo y el "Monito" Arbulú. Tiempos aquellos.
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