Pero nada de nada. Aurich no pudo romper el cerrojo local y pese a su ataque incesante, al final Rivera se fue feliz de la vida mientras nosotros seguimos haciendo hígado por lo ocurrido en Huánuco.
Aurich jugó mal, porque con dos hombres más no supo ganar, se dejó vencer por la desesperación, apeló al inútil pelotazo y en vez de llegar tocando, abriendo la cancha, se enfrascó en resolver las cosas a la prepo, regalando el empate a León.
Hasta Pacheco estuvo en una tarde sin fortuna porque sus tiros libres no representaron mayor peligro para Rivera.
Juan Goyeneche estuvo bien en el arco, no tuvo nada qué hacer en el gol huanuqueño aunque nuevamente demostró que no es arquero para achiques. Cuba y Céspedes se proyectaron constantemente , acorralando a los locales pero sus pelotazos jamás llevaron peligro porque eran a la bomba y sin dirección.
Ramos y Balbuena cumplieron en lo suyo, pero fallaron en la custodia de Santa María en el empate de León. A su vez Vílchez lució opaco en la avanzada y sus zapatazos jamás tuvieron peligro y rebotaban casi siempre en los contrarios.
Viza aportó poquísimo al igual que Merino en tanto que Pacheco, tras su gol, apenas a los 5', se apagó totalmente.
Ovelar estuvo muy empeñoso y se perdió numerosos goles. El "Búfalo" estuvo más desacertado que nunca.
Guerrero no aportó nada al igual que Osnar Noronha y Mariño llevó más peligro al arco contrario, impactando incluso un zapatazo en el horizontal de León, pero al final, no alcanzó.
Un empate malo ante un rival con nueve hombres que enciende las alarmas en el Ciclón.
Pepepe
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