No todo está perdido

Duele la derrota ante Unión Comercio, pero las posibilidades de ganar la Copa Inca, aun quedan. Aunque el Ciclón depende, ahora, de otros resultados, también depende de los jugadores tratar, al menos, de pelear, hasta la última fecha el sueño de dar la vuelta olímpica.

Obviamente no será jugando de la forma cómo lo hizo ante Unión Comercio ni como ante Alianza Lima o León de Huánuco. En las tres fechas que quedan deberá ser arrollador como al comienzo, hasta que se le acabaron las pilas.
La verdad es que el equipo se gastó. Hizo demasiado y sin banca, sin recambios adecuados, sin valores de nivel en la suplencia, era obvio que se viniera abajo. Roberto Mosquera pensó que tenía un súper plantel, pero con la lesión de Alfredo Rojas y la operación de Erick Delgado, se desnudó la realidad aurichista de un equipo tan solo de once jugadores y así no se ganan campeonatos.
El esfuerzo debe centrarse en ganar los tres partidos que quedan y rezar para que se den los resultados que le convienen. Es difícil pero no imposible. No todo está perdido.
Goyeneche ratificó que no es arquero para Aurich. Pésimo en todo el sentido de la palabra. Le hicieron un gol de huacha y regaló el segundo gol, que fue decisivo.

Céspedes y Cuba no aportaron nada, excepto enredarse demasiado y meter pelotazos sin ton ni son mientras Ramos y Balbuena tuvieron el peor partido del año, haciendo agua por todos lados.
Vílchez hizo lo que pudo que no fue suficiente y Viza brilló por no hacer nada. Pacheco no aportó gran cosa y Rengifo estuvo totalmente desaparecido. Ovelar fue el único que las peleó y remató, aunque con la diosa fortuna de espaldas.
Rojas compuso las cosas en la defensa, pero ya todo era tarde, mientras que Reyes únicamente le puso entusiasmo. Finalmente Mariño no aportó nada de nada.
Una lástima, pero Aurich está gastado y así quedó ratificado en la selva. Cinco partido de tumbo y tumbo, llenándonos la canasta. Pero no todo está perdido. Lo que no se gasta, es la fe.

Pepepe