Tanto fue el miedo a arriesgar que el partido parecía amistoso, un compromiso soso, tedioso, sin emociones. Imagínense que tanto fue de cautela que el juez Carrillo únicamente mostró dos cartulinas amarillas.
Los Caimanes generó más oportunidades pero la falta de resolución fue su talón de Aquiles. Aurich, a su vez, intentó tan pocas veces que sus ocasiones se cuentan con los dedos de una mano.
Si los técnicos calculaban este empate, insisto, ojalá que sea una ciencia exacta porque el 0-0 dejó más el sabor a suicidio que a otra cosa.
Delgado estuvo bien, salvando muchas ocasiones de gol verde. Con Lombardi tuvo duelos aparte que el "Loco" siempre ganó.
Estrada no arriesgó mucho pese a que se mostró impetuoso. Le faltó más resolución en el área contraria. Ramos y Balbuena tuvieron bastante trabajo con Cardoso y Jiménez, más "Sombrita" que pasó demasiadas dificultades.
Reyes estuvo bajo en la marca y cero en las proyecciones. No destacó. Rojitas hizo lo suyo y hasta intentó con remates de lejos.
Yordi Vílchez no apareció al igual que Segundo Acevedo que únicamente se le vio en un tiro de lejos que Martinuzzi salvó con las uñas. Oscar Vílchez también estuvo desconocido, muy bajo en du rendimiento.
Pacheco pugnó por crear situaciones de riesgo pero al igual que Rengifo, estuvo aislado, sin conexión con la mediacancha.
Noronha solo mostró ganas mientras que Bazán no aportó gran cosa. Carranza, finalmente, ayudó en la marcha cuando Los Caimanes insistía más.
Un empate que deja mal sabor, pero si ambos elencos optaron por repartirse los puntos sin arriesgar, ojalá no se hayan equivocado.
Kike Ciclón
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