Aurich, por lo que hizo en el segundo tiempo, cuando encimó con todo, mereció ganar. Pero con los Ross, los Pizarro, los Valoyes no se puede ganar. Sencillamente, ponerlos en la cancha, es jugar para el enemigo.
Y eso hizo Mosquera. Aurich tuvo clarísimas ocasiones para liquidar, pero fallaron, sobre todo Pizarro, que se perdió hasta tres goles solito ante Delgado.
Juan Aurich es once jugadores y nada más y eso alarma. Se lesionan Tejada, Rengifo, Rojas y el equipo es silencio. Y no es un gran descubrimiento. Eso se viene diciendo desde comienzos del año y es una falencia que, además, se arrastra desde el Clausura 2014.
Seamos realistas: así, con lo visto ante Muni, es bien difícil que Aurich sea protagonista. No hay plantel, no hay fichas de recambio y los jales que llegaron a Chiclayo, sencillamente, no dan la talla.
Gallese estuvo bien. En lo suyo. En el gol no tuvo culpa, incluso pudo desviar el balón. Cuba y Céspedes, al igual que todo el equipo, le pusieron muchas ganas, pero no alcanzó.
Balbuena y Ramos cumplieron pero se vieron muchas veces complicados por los embates ediles mientras que Delgado y Ubierna no pudieron hacer olvidar a "Conan" Rojas, el gran ausente de la noche.
Yordi Vílchez jugó muy poco mientras que Pacheco marcó el empate y puso mucho entusiasmo pero solito es poco o nada lo que puede hacer. Oscar Vílchez también guerreó mucho pero no estuvo en una buena noche y Valoyes, sin comentarios.
Pizarro, un cero a la izquierda, malogrando ocasiones para anotar, Deyair Reyes enredado en su juego, poco prolijo y confundido y Ross tuvo el balón más tiempo que en otros partidos pero fue totalmente inoperante e inefectivo.
Deja mucho qué pensar este mal resultado ante Municipal y corresponde a Mosquera buscar soluciones o hacer sus maletas.
Ferreñafe
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