jueves, 1 de noviembre de 2012

Hora de cambios

La debacle de 2012 en vez de hervir hígados, debe servir de reflexión de como no deben hacerse las cosas. Porque Juan Aurich cometió demasiados erroes, erró en todo y pagó drásticamente las consecuencias, cediendo el título de campeón 2011.
Culpables son muchos. Empezando por Diego Umaña que, por absoluto egoismo, desarmó al equipo campeón y purgó a quienes le robaron el protagonismo en la vuelta olímpica del año pasado.
Luego siguen los dirigentes por hacerle caso a Umaña y dejar ir a valores que aún hubieran aportado mucho al equipo como Balbuena (cien veces mejor que Fleitas) Roberto Merino, Renzo Sheput, Ricardo Ciciliano o el mismo Eduardo Uribe, la gran figura en la derrota del Ciclón ante Real Garcilaso.
La mayor perlita de la dirigencia de Edwin Oviedo fue vender a Luis Tejada cuando Aurich aún podía ser bicampeón.
A esto se suma los málísimos jales como Fleitas, Araújo, Contreras, Ugaz, Reyes que no aportaron nada de nada.
También hubo mala suerte, es cierto, con las lesiones de Caicedo, Montes y Zúñiga, curiosamente los atacantes que tanta falta hicieron en estos tramos finales del campeonato.
Otros rindieron a media agua como Valencia.
Pero la suerte en el fútbol es moneda diaria en cambio cometer errores tan evidentes es condenable bajo todo punto de vista. Y Aurich falló demasiado como para pensar en ser otra vez campeón.
Partidos que se perdieron en forma increíble (Cobresol en Chiclayo, Gálvez en nuestra casa, empate con Boys) y que a la hora de los loros hicieron mucha falta.
Franco Navarro tampoco cumplió con el objetivo. Pese a que se vendió a Tejada y tener la chequera en blanco, Navarro prefirió no contrató a nadie y terminó poniendo a Osnar Noronha de delantero.
Verdad que criticar de afuera es fácil y que todos son generales después de la batalla, sin embargo los errores de Aurich no fueron al último sino todo el año y lo que es peor, todos los hinchas aurichistas advertían y advertían que la nave se iba a pique pero la obstinación de quienes manejan al club fue mayor.
Ahora hay que pensa en 2013 y enderezar rumbos. Renovar el equipo. Varios jugadores terminaron su ciclo, defraudaron y se debe empezar de cero.
El problema es que si Aurich clasifica a la primera fase de la Libertadores, afiatar un nuevo elenco será imposible y la debacle, una más, está cantada. En ese caso, la Sudamericana emerge como mejor alternativa.
El sueño de ser bicampeones acabó en pesadilla. Los autogoles hundieron al Ciclón y es hora de cambios, de no repetir los errores de éste año y fortalacer más al equipo para que a finales de 2013, celebremos, nuevamente, un campeonato.

Kike Ciclón

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