domingo, 31 de octubre de 2010
Trelles: ¿Qué pasa con Aurich?
Tres derrotas marcan el presente incierto del Juan Aurich, dejando fuera de juego a quienes creíamos que la conducción de Juan Máximo Reynoso iba a revitalizar de tal manera el fútbol del Ciclón que hasta le dábamos al cuadro escarlata opción de ganar su Liguilla.
Lo peor es que el bajón del Aurich se produjo precisamente al retornar de una pausa bicolor, o sea justo cuando supuestamente Reynoso tenía más tiempo para meterle mano al equipo.
En lugar de ello, y con el gesto de fastidiado, el Cabezón Reynoso ha tenido que declarar que él no es papá de los jugadores y esa alusión ha sido indebidamente limitada a Reimond Manco, cuando en el Aurich más de uno muestra un nivel bajo e indicador de poco cuidado.
La verdad es que a los técnicos solamente se los puede juzgar cuando escogen a su gente y hacen la pretemporada completa. Pero Juan Máximo está obligado a mostrar reflejos por dura que sea la realidad.
Adicionalmente hay que pisar tierra. El fútbol del Cabezón Reynoso, apoyado en harta dinámica y un gran concepto del sistema defensivo representa una fórmula que no se puede aplicar en quince días. Requiere mucho más y Juan, que ya demostró en la U que puede sembrar dicho evangelio, tendrá su oportunidad en enero a menos que la ola se lo trague.
¿Cuál fue entonces la raíz del espejismo que nos llevó a creer que lo de Reynoso en el Aurich ya estaba en marcha y cuajado? No está claro, pero es probable que uno de los elementos centrales haya sido el gran momento de Cachete Zúñiga que terminó lesionado y se le apagaron las luces al Ciclón.
Efraín Trelles/RPP Deportes
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