Esta vez Juan Aurich no tuvo color. Frente a Alianza Atlético, el Ciclón quedó descolorido, sin vida, exánime, con una derrota que duele mucho.
Aunque la diferencia que nos lleva León (ojalá Vallejo pierda hoy ante Boys), no es mucha, apenas seis puntos, perder en casa con un rival que en el papel era fijo vencer, golpea los intereses del equipo y nos deja en una situación incómoda en la lucha por alcanzar el título nacional.
Aurich juea el sábado ante Cienciano en Cusco y luego el miércoles entrante frente a Sport Huancayo en Chiclayo. Esos seis puntos tienen que ir al bolsillo chiclayano, de lo contrario adiós pampa mía.
Todo eso es lo que a originado la derrota frente a Alianza Atlético que no estaba en los planes de nadie. Estamos obligados a ganar en Cusco y bueno, en Chiclayo, ante los huancas debe ser triunfo sí o sí.
Una victoria ante los churres habría permitido ir tranquilos a Cusco en pos de un empate o ganar al contragolpe. Ahora vencer es obligado ante un rival que es colero en el grupo nuesro y amenazado por el fantasma de la baja.
Un hincha con el que salí del estadio ayer me dijo que está ben que haya perdido Aurich para bajarle los humos a Reynoso. Pueda que tenga razón, porque el equipo perdió la humildad y estábamos volando muy alto, sin embargo en torneos cortos como este no se puede dar el lujo de ceder puntos.
Aurich sigue en pie, firme en sus sueños de ser campeón nacional pero actuaciones como la de ayer no deben volver a repetirse.
Ferreñafe
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